Rostro:
- Empezamos con una prebase de maquillaje que aplicaremos con una brocha plana. Este paso es fundamental para que nuestro maquillaje dure todo el día y, además, nos permite disimular poros. Tras esto, con una brocha un poco tupida, toca el turno de la base. Haremos hincapié en aquellos lugares conflictivos.
- Con un corrector líquido terminaremos de retocar las imperfecciones. Para aplicar este producto utilizaremos la misma brocha que para la base, de esta forma, el maquillaje quedará integrado y no habrá diferencia de tonalidades. Lo aplicamos también sobre los párpados para que nos sirva como prebase.
- Aplicamos polvos en las zonas donde pueden aparecer brillos como la zona T o la parte inferior de las ojeras. Asimismo, realizaremos un poco de contorno en polvo bastante suavecito.
Cejas:
- Marcamos las cejas con un color similar al natural.
Ojos:
- Comenzaremos con una sombra color vainilla aplicada por todo el párpado. Para destacar la parte inferior de las cejas utilizaremos una sombra con un tono mate.
- La cuenca del ojo la marcaremos con una sombra un tono más oscura. De este modo, conseguiremos que el ojo cobre tridimensionalidad. Es importante difuminar bien para que no haya diferencias.
- La zona de las pestañas es el punto fuerte de este look. En el primer paso, con un delineador líquido de color violeta, haremos un eyeliner en la línea de las pestañas. La zona inferior la trabajaremos con una sombra de tonalidad similar, empezando por la línea de pestañas y, posteriormente, la de agua.
- Cuando el delineador líquido esté seco, pasamos el rizador de pestañas y, posteriormente, aplicamos la máscara. También podemos incluir pestañas postizas.
Labios:
- Los labios los trabajaremos con un delineador y un labial bastante neutro, ya que, lo que queremos destacar son los ojos.
- Para conseguir que sean más carnosos, le damos un toque de gloss.
Por último, para acabar nuestro look, aplicamos iluminador en los pómulos.
No lo pienses más y atrévete con este look.