Seguro que como yo, después de una semana de aúpa en la que no tenéis ni tiempo libre para miraros dos veces en el espejo, soñáis con dedicaros algo de tiempo a vosotr@s mism@s y quizás a emplearos en aquellos PLACERES Y ACTIVIDADES QUE OS CARGAN LAS PILAS.
En mi caso, casi siempre estas actividades suelen tener que ver con trabajos manuales.
Últimamente el sueño de convertirme en ermitaña propietaria de una bella casa remodelada en el campo me vuelve a la mente, pero en versión ampliada. Ahora a la lista de requerimientos de la vivienda idílica se han sumado la necesidad de incluir huerta.
Pasar del supermercado, conservantes, colorantes y productos químicos porque cada vez que toca hacer la comida del día la cosa es tan simple como asomarse por la ventana y escoger entre aquello que crece a tu lado. Sabor intenso, de verdad y con toque de orgullo porque eres tú quién lo cultiva. Un paso más y más allá del "tú te lo guisas, tú te lo comes".
Ains...quién lo pillase.
Habrá afortunados que dispongan de un trocito de tierra que podrán explorar esta posibilidad desde ya. Y los que por el contrario vivimos en el corazón de la ciudad tenemos la opción de crear un HUERTO URBANO utilizando espacios en terrazas y azoteas, tal y como he encontrado en Sustentator. Sólo con mirarlos enamoran...
- Son MÁS SANAS.
- Ayuda a EDUCAR A LOS NIÑOS para que desde pequeños valoren la importancia de las frutas y verduras en su alimentación.
- Comer algo cultivado por uno mismo resulta MUY GRATIFICANTE.
- Será una excelente VÍA DE ESCAPE de la rutina diaria.
Se puede optar entre una amplia variedad de especies de temporada a gusto de cada uno como cebollas, espinacas, lechugas, calabazas, fresas, ...Yo personalmente me quedo con los tomates y los pepinos que sin dudas son mis hortalizas preferidas.
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