Tener una vida sedentaria, hábitos alimenticios no muy buenos o un trabajo en el que se pasan varias horas sentado puede hacer que nuestro cuerpo acumule toxinas y se produzcan edemas por una retención de líquidos evitando así que el cuerpo se depure. Hoy en día, existen diversos equipos de estética en alquiler y además técnicas con las que los profesionales pueden solucionar este problema.
Entre dichos procedimientos se encuentra el drenaje linfático, una técnica de masaje que beneficia la circulación de la linfa mediante movimientos lentos, suaves y precisos. Asimismo, en el área de la estética se utiliza como complemento de tratamientos de reducción corporal, celulitis, varices, flacidez, entre otros.
Además, el drenaje linfático ofrece diversos beneficios, entre ellos: mejora la circulación linfática, controla la presión sanguínea, elimina las toxinas, regula los líquidos del organismo, reduce la inflamación derivada de la retención de líquidos entre otros. Es sin duda un gran aliado para la salud y la belleza pero no debe ser tomado a la ligera, su ejecución siempre necesita ser realizada por un especialista.
Sus aplicaciones también van orientadas en los procesos postoperatorios de las intervenciones quirúrgicas debido a que ayudan a acelerar el proceso de curación de tejidos, evita que se produzcan edemas, disminuye el dolor y hasta aumenta la calidad de la cicatriz. Normalmente, para obtener resultados satisfactorios se necesitan hasta 10 sesiones con una duración de aproximadamente una hora.
Drenaje linfático manual: un procedimiento idóneo para la mantener una piel perfecta
El drenaje linfático es un excelente tratamiento para nuestra piel debido a que favorece la circulación de la sangre contribuyendo a que no se formen bolsas ni arrugas. De igual manera, gracias a los resultados efectivos de este proceso la piel mejorar su aspecto desde la primera sesión lo que logra que se vea mucho más fresca, renovada, tersa y con un tono mucho más uniforme.
Es un procedimiento sumamente relajante, es por ello que funciona perfectamente para tranquilizarnos, reducir el estrés, los nervios y la ansiedad. Incluso es un tratamiento muy recomendado para mejorar el aspecto de cansancio, las líneas de expresión y hasta las ojeras.
Por otra parte, gracias a su efecto drenante, purificante y sedante contribuye a reducir el acné acelerando su proceso curativo. En el caso de que un paciente tenga cicatrices recientes se aplica esta técnica para evitar la formación de queloides que se conocen como aquellas lesiones de la piel que se generan por crecimientos exagerados del tejido cicatrizal.
De igual forma, se aplica como tratamiento en pre y post quirúrgico en cirugía estética y plástica, lifting, liposucción, mamoplastias, entre otros procedimientos. Su uso acelera la desaparición de hematomas con la finalidad de que el tejido se recupere en menor tiempo. Además, dentro de los procesos de regeneración de la piel contribuye en el aumento de producción de colágeno y elastina.
¿Qué es el sistema linfático y por qué es tan importante?
Se conoce como sistema linfático a un complejo sistema de vasos que transcurren paralelos a los vasos sanguíneos y que además transportan un líquido de color amarillo llamado linfa. Este se encuentra compuesto por aguas y proteínas que han pasado del torrente sanguíneo, grasas, productos de desecho de las células y linfocitos. Asimismo, se filtra en los ganglios y retorna a la circulación general.
Además, es el encargado de eliminar las toxinas que se acumulan en los tejidos, activarlo ayuda a movilizar los líquidos retenidos, oxigenar los tejidos y mejorar la nutrición celular. Del mismo modo, la técnica del drenaje linfático se trabaja mediante suaves maniobras de movimientos lentos y repetitivos, sobre casi todo el cuerpo, incluyendo el rostro.
Fuentes:
Mejorconsalud.com
botanical-online.com
Axahearthkeeper.cm
Sanitas.es
Laopinion.com
Cuidateplus
Por: Claudia Tirado