Tener unas uñas hermosas y sanas es lo que a todas nos gustaría, pero se puede volver un reto imposible cuando se tiene el molesto hábito de morderlas. Esto realmente es algo que no todas las personas pueden controlar; la mayoría de ellas lo hace sin darse cuenta. Esta costumbre, como tantas otras, suele surgir por momentos de estrés, de nerviosismo y hasta por el simple aburrimiento. Pero lo que de veras te va a sorprender es que a veces, también surge como resultado de problemas o traumas psicológicos que se dan desde la niñez.
Lo malo de morder tus uñas es que se deterioran y tardan más tiempo en crecer, pero además de esto también corren el riesgo de infectarse, se ponen amarillas con el tiempo o aparecen manchas encima, se vuelven quebradizas y a veces hasta las cutículas se te oscurecen.
Si quieres evitar todo esto y lucir unas manos hermosas, con una manicura digna de mostrarse, no puedes perderte estos útiles consejos para evitar morderse las uñas, que puedes comenzar a poner en práctica desde hoy.
Frota un poco de sábila de Aloe Vera contra tus uñas
La sábila es muy nutritiva, por lo cual puede fortalecerlas de una manera muy efectiva. Pero lo mejor es que también tiene un sabor muy desagradable, de modo que cuando te llevas una uña a la boca, ni ganas te van a dar de morderla.
Busca un sustituto
Si sientes que no puedes evitar morder tus uñas porque necesitas liberar tensión, puedes perfectamente buscar algo que las sustituya. Las plantas y hierbas comestibles son una excelente opción para mantener tu boca ocupada. Hay algunas, como el regaliz, que tienen un sabor agradable y que de hecho te pueden ayudar a relajarte. Tenerlas en un pequeño recipiente a la mano en tu lugar de trabajo o en casa, es mejor que estropear tus manos.
Aplícate un endurecedor de ajo
Este truco funciona básicamente igual que el del Aloe Vera, puesto que a nadie le guste oler y saborear el ajo concentrado en sus uñas. Sin embargo, los fortalecedores de uñas fabricados con este ingrediente también se encuentran entre los más efectivos, por lo que estarás matando dos pájaros de un tiro si te decides a usar uno.
Ponte uñas postizas
Si bien no es recomendable utilizar uñas postizas a menudo, si las puedes emplear de vez en cuando para dejar de morder las naturales. Si te haces una manicura muy elaborada, es seguro que vas a evitar arruinarla con los dientes. Y mientras tanto, le estarás dando oportunidad a tus uñas originales de que se recuperen y vuelvan a crecer.
Colócate curitas en las uñas
Cubre cada una de tus uñas con una curita, provocando taparlas con la parte acolchada. La función de este truco es acostumbrarte a llevarlas así por un tiempo. Al destaparlas y verlas saludables y fuertes, seguramente serás más consciente de lo que haces y te vas a esforzar por mantenerlas así. Otra cosa que también puedes hacer es ponerte guantes; una medida que además te evitara la onicofagia, infección que se da en las uñas.
Haz manualidades con barro, arcilla o plastilina
La idea de este tipo de pasatiempo es mantener tus manos ocupadas y sobretodo, sucias, para evitar llevártelas a la boca. Hay un montón de cosas que puedes hacer con materiales como estos y van desde figuritas hasta verdaderas obras de arte. Si no te atrae mucho lo artístico siempre puedes optar por otras actividades en las que puedes usar tus manos, como cocinar o tocar un instrumento.
Arréglate tus uñas más a menudo
Pero no te limites a pintarlas solamente. Esfuérzate en hacerte una manicura en la que uses accesorios decorativos (como piedras falsas, estoperoles, cintillas, glitter, perlas y demás) y diseños originales. Esto funciona igual que las uñas postizas, porque al tener en cuenta tu esfuerzo y todo lo que te pusiste, ya no te las vas a morder. Y la obvia ventaja es que vas a lucir unas manos preciosas.
Analiza porque te comes las uñas
Como hemos mencionado anteriormente, suele ocurrir que morderse las uñas es un hábito desencadenado a través de traumas o situaciones que el subconsciente no puede dejar ir. Por lo que es muy recomendable que reflexiones e identifiques las causas por las que lo haces.
Tal vez siempre que hay un examen o se acerca una prueba importante no puedes evitar hacerlo, o quizá haya otras circunstancias que activen el hábito, como tener que tomar decisiones, hablar en público, etc.
Una vez que identifiques lo que te provoca ansiedad, podrás trabajar en canalizarla mejor para dejar en paz tus uñas, aunque te llevará un tiempo.
Ya te hemos compartido todos nuestros mejores trucos y consejos para tener uñas fuertes y lindas. ¿Vas a ponerlos en practica?
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