1. Necesitamos: una cucharada de bicarbonato, una cucharada de peróxido de hidrógeno y un limón.
2. Formamos una pasta sin grumos con el bicarbonato y el peróxido de hidrógeno, ligando ambos ingredientes.
3. Cogemos un cuarto de limón y mordemos hasta que se queden nuestros dientes marcados.
4. En la marca, ponemos la mezcla del bicarbonato con el peróxido. Mordemos de nuevo el limón con la pasta durante 10 minutos.
5. Enjuagamos con agua caliente. Puedes hacerlo una o dos veces por semana.
¡Recupera tu esmalte!