Así, el blanqueamiento dental simplemente consiste en eliminar del esmalte, por medio de sustancias químicas, todas esas partículas que han alterado su color. El tratamiento se realiza en 2 fases:
- En la primera, se realiza un pulido de la superficie de los dientes para eliminar impurezas, y después se aplica un gel de peróxido de hidrógeno, que consigue un blanqueamiento inicial importante.
- A partir de ahí, el tratamiento continúa en casa. El paciente debe aplicarse un molde de plástico con este gel en su interior y llevarlo unas 2 horas al día durante una semana aproximadamente.
Hay que continuar este tratamiento de vez en cuando, repitiéndolo cada 2 o 3 años, y sobre todo, debemos de cuidar mucho nuestra boca.