¿Qué crees que dirían tus vaqueros favoritos si pudieran hablar? Yo voto por el típico “dame un respiro” o, quizás, “déjame descansar un poco”. No es para culparlos, ¿cuántas veces eres capaz de ponértelos en una semana? Lo peor –o mejor, todo depende de la perspectiva- es que mientras más los usas, mejor te quedan y cuanto más desgastados, más te gusta el lavado.
El denim –nombre que recibe el paño con el que están hechos tus vaqueros- hace su primera aparición en la era medieval. En sus inicios, la tela conseguida, se utilizaba para la fabricación de velas de barcos, tiendas de campaña y toldos debido a la resistencia del tejido. Tardarían más de dos siglos en empezar a usarlo como material para la confección de ropa, y es que no fue hasta 1873 que nuestro –aún no conocido- mejor amigo, el señor Levi Strauss, patentara los primeros pantalones. Su primer uso para vestir fue como ropa de trabajo.
Mucho tuvo que llover para que se pusieran de moda y fueran tendencia, casi cien años. Corrían los años 60 y los hippies -esas almas libre reivindicadoras de paz- fluían, de manifestación en manifestación, envueltos en las más amplias campanas de mezclilla. Hasta entonces, los jeans habían sido considerados prendas para jóvenes rebeldes en los que influían la manera de vestir de estrellas de cine y televisión como James Dean
Poco o nada tardaría en extenderse su uso gracias, en parte, a iconos como Jane Birkin, creadora de los looks más casual e in de aquellos años, protagonizados por vaqueros impecables de caída holgada y sencillas camisetas blancas con bajos escotes. Unos pantalones que no eran de diseñadores reconocidos y no llevaban bordados los nombres de las grandes marcas. Tampoco lo necesitaban.
Imagen The Red List
Imagen: New York Mag
La década de los 80 significo la entrada de la tela denim en el mundo trendy. Fue en este momento cuando los grandes diseñadores de moda comenzaron a fabricar y etiquetar sus propios pantalones vaqueros. Este fue el despegue de una tendencia que no volvería a poner sus costuras en el suelo. Nuevas formas, nuevos lavados, nuevas decoraciones.
La vida es como una montaña rusa. Dentro del mismo recorrido, unas veces estás en la parte más alta y otras desciendes para volver a subir. Así, en los 90 los fabricantes vieron como sus ventas disminuyeron. La razón, para los expertos en moda vaquera de Denim Blog, fue la falta de interés que tienen los jóvenes en vestir como sus padres. Este revés sólo duraría unos años. Poco después, “los grandes” -Chanel, Versace, Chloé, Dior…- reinventarían el estilo vaquero volviendo a posicionarlo en lo más alto.
Moda vaquera Chloé 2011
Imagen Glamour
Desfile Chanel en Dallas A-W 2014
Imagen Vogue
Vida más allá del pantalón vaquero
Ya en el presente, no solo de agua puede vivir un hombre y no solo de pantalones ha logrado sobrevivir el denim. Siguiendo esta premisa, el tejido -como hemos visto- ha deambulado por las manos más cotizadas del fashion business para ser transformado en mil y una prendas distintas: camisas, vestidos, petos, zapatos, bolsos… Desde las formas más sencillas a las más elaboradas, todo es poco y nada es suficiente cuando se trata de volver a crear a partir de lo existente. Nosotros te las presentamos, tú decides cómo las combinas.
Imagen Vogue
Imagen DKNY Campaña primavera campaña primavera 2013
Imagen Vogue
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