Aunque algunos programas televisivos de dudosa ética se empeñen en mostrarnos la satisfacción que supone para algunas personas modificar por completo su físico y poder ser esa chica guapa que siempre soñaron, lo cierto es que, hoy en día, aquellos que se someten a tratamientos estéticos, lo que realmente desean son cambios muy sutiles, que no les alejen de la naturalidad de sus propias facciones.
Esta nueva tendencia ha hecho que cada vez sean más las personas que apuesten por técnicas menos invasivas que la cirugía plástica como el botox, un medicamento inyectado que incide en los músculos haciendo que se destensen y consiguiendo que se difuminen así algunas arrugas o marcas de expresión.
?Hacia dónde vamos?
En un mundo dominado por la estética, el tener una piel tersa y sin arrugas se ha convertido casi en un imperativo social. Sólo hay que echar un vistazo al mercado para ver la cantidad de cremas que prometen cuidar nuestra dermis y evitar que envejezca. No obstante, cada piel es distinta, y en ocasiones es difícil evitar que aparezcan surcos o grietas que nos hagan parecer más mayores de lo que realmente somos.
Siendo consciente de estas nuevas necesidades, la oferta médico estética ha avanzado muchísimo en cuanto a la calidad de los tratamientos de rejuvenecimiento, posibilitando tener un cutis en buen estado sin tener que pasar por el temido quirófano. Esto es lo que manifiesta el doctor Pedro Jaén, dermatólogo del Hospital Ramón y Cajal (Madrid), quien defiende el botox como una técnica muy indicada para aquellos que "quieran tersar su rostro sin que por ello aparente estar retocado o deje tener su propia expresividad".
Botox vs. cirugía
La tan codiciada toxina botulínica se ha convertido en una verdadera renovación en el tratamiento de las arrugas y el descolgamiento facial, relegando los implantes de relleno quirúrgicos a un segundo plano dentro de la medicina estética. Jaén ve este cambio en que "la gente busca resultados naturales y solicita cambios sutiles que les hagan recuperar juventud sin que los demás lo noten". Asimismo, el especialista considera que al ser un procedimiento totalmente reversible "hace que perdamos el miedo a que no nos gusten los resultados".
Por su parte, el doctor Jesús Sierra, especialista en medicina estética, asegura que "se han producido grandes avances en el botox, y se han ampliado las aplicaciones, de manera que tiene multitud de utilidades que posibilitan cambiar aspectos que antes sólo se podían conseguir por medio de implantes". Los avances en esta técnica han convencido, y esto se ve en las miles de personas que deciden apostar por ella, dejando de ser un pr
oducto exclusivo para las estrellas de Hollywood. También son muchos los hombres que se sum
an a cuidar su físico y hacen uso de estas inyecciones para reducir sus arrugas.
La expresividad por encima de todo
Según un estudio internacional de Beauty Across Cultures,"el 83% de las mujeres considera el aspecto natural como clave de la belleza", estableciéndose así una "nueva noción de belleza que es contraria a un rostro 'planchado' que no muestre ni una sola arruga". Sierra afirma que este requisito se cumple con creces con el botox, siempre y cuando sea aplicado por un buen especialista.No obstante, también se ha avanzado mucho en el mundo de los rellenos gracias al ácido hialurónico, componente que interactúa muy bien con el botox. El dermatólogo, afirma que aún se va a llegar más allá, puesto que "está prevista una tercera generación en estas sustancias, con las que se conseguirán resultados más duraderos, una mayor biocompatibilidad con el paciente y se reducirán las molestias típicas de la implantación".
Las estadísticas hablan de que un gran porcentaje de población estaría dispuesto a realizarse este tipo de tratamientos, por lo que es previsible que la demanda aumente considerablemente en un futuro no muy lejano. Lo natural es más bonito y además está de moda. No tenemos por qué renunciar a nuestro físico, para poder sentirnos un poco más a gusto con nosotros mismos.