Todos conocemos a las tops de siempre, a las de los 90, cuando las modelos empezaron a ser supermodelo y cobrar cifras astrónomicas, exacto hablamos de las Herzigová, Schiffer, Campbell, Moss…Pero antes de ellas, hubo otras que sentaron las bases, una de las primeras fue Simone Bodin, más conocida como Bettina, el post de hoy está dedicado a ella.
Empecemos por el principio, Simone Bodin nació en Normandía en 1925. Su infancia fue dura, marcada trágicamente por la la guerra, para ganarse la vida, comenzó siendo dibujante en París para un diseñador, que al ver su innata elegancia, la convenció para que comenzará una carrera como modelo y si no salía bien, siempre podría volver a los dibujos.
Simone empezó por la puerta grande, convirtiéndose en un primer momento en musa de Jacques Fath y posteriormente de Givenchy y Dior, ahí es nada. Su carrera estaba en su máximo apogeo, los fotógrafos se la rifaban y llamaban a su puerta para inmortalizarla en uno de sus retratos, posó para las cámaras de los grandes de la época, protagonizando multitud de portadas de las revistas de moda más importantes del momento.
En definitiva, Simone Bodin fue la modelo más destacada y mejor pagada de la década de los 50 y nos dejó algunas de las más bellas imágenes de moda del s.XX. Suzy Menkes, editora internacional de Vogue, escribió de ella “.las imágenes de Bettina son un faro luminoso de su tiempo”.
Hoy, Simone Bodin, o como la bautizo Jacques Fath, Bettina, está de rabiosa actualidad al protagonizar varias de las más importantes exposiciones de moda en el mundo. Como por ejemplo en la Galeria Azzedine Alaia en París, titulada Bettina, y que recoge más de 100 fotos de la mítica modelo. Otra y también muy importante es la que se expone en el Museo Thyssen sobre el modisto Givenchy. En esta exposición destaca su imagen en un lugar preferente luciendo la famosa blusa blanca que lleva su nombre, una de las más conocidas y copiadas del diseñador.
Bettina se retiró después de diez años en la cima de su profesión, conviertiéndose en un referente para todas las modelos que vinieron después y ansiaban imitar su éxito. Se casó con el príncipe Ali Khan en 1955. Y sólo se volvió a subir a una pasarela, a los 42 años de edad, en un desfile muy especial para Coco Chanel. Aunque su leyenda perdura en nuestros días.
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