Existen momentos, etapas, en las que tras salir de una ordenada vida llega el KAOS ABSOLUTO.
Cambia nuestro estilo de vida, nuevas circunstancias (que no esperábamos) se plantan imperiosamente ante nosotros, sin elección.
Alguien se va, o viene. Nos mudamos a un sitio muy distinto. De casa, o simplemente de barrio. De la ciudad al campo, del norte al sur. Cambiamos de trabajo, de sector o incluso de horario.
Y todo se revuelve, se desasienta y no podemos más que sentirnos MAREADOS, DESUBICADOS, DESHECHOS. No sabemos bien por dónde caminamos y sólo deseamos que todo se calme para poder volver a ser algo de nosotros mismos y abrazar por fín lo conocido, lo seguro.
Si encima resulta que la situación de inestabilidad se prolonga, es posible que nuestros intentos de poner orden no se vean demasiado beneficiados. Desgraciadamente, ponerle sitio a las cosas no es todo voluntad, también debe pasar el temporal para que el viento no se lleve por delante lo colocado con cuidado y sensatez.
Así he pasado yo mis últimos 20 días. En una lucha contínua por poder comenzar mi nueva vida en otra ciudad, de ocupa en casa de mis suegros, sin fecha segura de entrega de nuestros muebles (y resto de nuestras cosas), pasando de trabajar a tiempo completo a disponer de toda la jornada para mí misma.
Una vez que todo esto ya ha pasado, cuando ya estamos por fín instalados entre estos muros torcidos y un poco húmedos, echo la vista atrás y soy conciente de qué es lo que me ha salvado de la locura.
Señoras y señores, LAS RUTINAS SON EL MEJOR ARMA CONTRA LOS DESEQUILIBRIOS.
Repetir estos QUÉHACERES AGRADABLES a lo largo de estos días ha sido mi salvavidas:
1. Comenzar el día con una PASEO MAÑANERO con Sam.
Activa las piernas, ralentiza los pensamientos negativos y fortalece la relación con mi mascota.
2. Escribir tres PÁGINAS MATUTINAS de flujo de conciencia.
En el curso que recibí en Hello! Creatividad nos recomendaron las pautas que Julia Cameron imparte en el libro de El camino del artista. Sacar todo lo que te viene a la mente es una manera de liberarte de sensaciones que funcionan de censoras de nuestra creatividad y libertad.
3. Recrearme HACIENDO FOTOS CON EL MÓVIL de los nuevos rincones que he ido encontrando.
Vistas de un amanecer, una pintada curiosa en la pared, ese nuevo mueble de Ikea que acabamos de montar...Y compartir estas imágenes con mis conocidos y amigos para mantenerme ligada a ellos.
4. ARREGLARME Y PONERME BELLA aunque sólo sea para ir a comprar el pan.
Verte con buena cara cuando te miras al espejo ayuda (Y MUCHO!) a subir la moral.
Mi suegra luciendo regalito de Reyes, sólo para ir a la pelu |
5. Seguir leyendo BLOGS Y MEDIOS a los que siempre he sido asidua.
Mantener las buenas costumbres sirve de link entre la vida anterior y la presente.
6. Escribir religiosamente MI POST SEMANAL.
Sobre aquello que me gusta y compartir ésta y otras reflexiones.
7. No desistir con los intentos de orden y HACER CHECK LISTS de todo y todo.
Hace un tiempo confesaba que soy una compelta adicta a ellas. Lista de la compra, recados a hacer, cositas nuevas que comprar, wish list para rebajas etc.
Os deseo y feliz y ordenado lunes.