2. Los exfoliantes pueden ser químicos, los llamados peeling que renuevan la piel gracias a sus potentes ingredientes. Los mecánicos o físicos que contienen granito que van desprendiendo las células y son los más utilizados.
3. Dependiendo de la piel debemos hacernos una exfoliación completa, tanto cuerpo como manos, varias veces a la semana. Si la piel es grasa podemos hacer hasta tres limpiezas, mientras que en pieles sensibles será una cada quince días.
4. Los exfoliantes pueden variar su grano dependiendo de las zonas. Para los codos, rodillas o pies podemos usar productos más fuertes.
5. Antes de exfoliar la piel debemos limpiarla en profundidad con el jabón que usemos normalmente, luego exfoliamos, aplicamos el tónico (en estos casos lo mejor es una agua que nos calme la piel) y, por último, nuestra crema hidrantante.
Aquí os dejo el exfoliante de la firma Sannai realizado a base de polvo de semilla de rosa de mosqueta que podemos mezclar con nuestro gel (para el cuerpo) o jabón de la cara.