1. Enfriar la piel – Lo primero que debes hacer es tomar un baño de agua fría para enfriar la zona afectada. Cuando se seca, ten cuidado de utilizar un paño suave y frotar, para no aumentar el área afectada por las quemaduras
2. Hidratar la piel - Lo mejor que puedes hacer es aplicar una crema hidratante de la marca que prefieras y que creas que funciona mejor para ti
3. Hidrátate por dentro - El tercer paso es empezar a hidratarte "desde dentro". Bebe agua fresca, porque el agua tiene muchos beneficios para la salud y ayuda a hidratar las células de la piel
4. No frotes y no te arañes – Si haces esto vas a empeorar el proceso de recuperación. Mantente entretenida con otras cosas y nunca te frotes con mucha fuerza sobre la zona afectada de tu piel, puedes quitarte la piel ya restaurada y alargar el tiempo de recuperación.
Lo mejor que puedes hacer para estar preparada para lo que pueda ocurrir en una próxima ocasión es usar protector solar siempre que sea posible, para mantener tu piel protegida, puede que no quedes tan bronceada, pero tu salud te lo agradecerá!