Sólo tendrás que tener en cuenta estas 10 recomendaciones, ¿a qué esperas?
1. Siempre usa pre-base
Ayudará a que no se cuarteen tus sombras y que no tengan ese aspecto grasoso. Si no tienes este producto, puedes utilizar corrector de ojos.
2. Una base blanca hará tu sombra más colorida
Con esto conseguirás que tus ojos estén mucho más iluminados.
3. Usa polvo translúcido para sellar
Podrás lograr que el maquillaje dure todo el día, como si te lo acabases de echar.
4. Utiliza brochas de calidad
No debes usar las brochas pequeñas con esponjita que vienen con las sombras, suelen ser de mala calidad y no difuminan bien el producto.
5. Aplica en orden las sombras
Después de aplicar la pre-base y el blanco para iluminar, pondrás en la cuenca el tono de trasicción que ayuda a profundizar. Después utilizarás en el lagrimal el color más claro y en la zona de la mitad del ojo, un tono medio. En la V externa del ojo, usarás el color más intenso, el cual debes difuminar muy bien.
6. Define tu sombra con cinta adhesiva
Ayudará a que la sombra no se extienda por zonas que no debe y el acabado te quedará mucho más profesional.
7. Agranda tus ojos mediante sombras con brillo
Las tendrás que aplicar en la zona del lagrimal y los hará parecer más grandes.
8. Conoce la forma de tus ojos
Según su forma, tendrás distintos trucos que les favorecerán más, por lo que es muy importante saber cual es la tuya. Por ejemplo, para ojos redondos y pequeños, la forma perfecta será la almendrada.
9. Define gracias a tu corrector
Si la sombra está por alguna zona que no debe, suele ser la zona de las ojeras, utiliza tu corrector para solucionarlo. Conseguirás que se vea un ojo mucho más limpio y perfecto.
10. Distingue los tipos de sombra
Existen varias formas en las que puedes encontrar este producto.
- Crema compactada: pigmenta muy bien y es recomendable para cualquier tipo de piel, aunque no es fácil de difuminar.
- Sombra en crema: da mucho color y es perfecta a la hora de extender. Es la mejor para pieles secas, ya que es bastante grasa.
- Sombra líquida: se aplica muy bien y es apta para todos los rostros. Es más difícil de aplicar, por lo que no se aconseja para principiantes.
- Sombra en polvo: son las más habituales, ya que son fáciles de aplicar, para cualquier tipo de piel y pigmentan muy bien.
Esperamos que te sean de mucha ayuda estos consejos y que a partir de ahora luzcas tu sombra de manera más profesional.