1. Algunas de las veces los pies se los resvalan y se van hacía delante. Para eso, existen unas plantillas de tela que parecen calcetines que tienen unas gomitas de siliconas que fijan el pie al zapato y así no se mueve. Evita que haya fricción.
2. Para prevenir las rozaduras, otro truco es meter los tacones un tiempo antes de ponérnoslos en el congelador. Y así evitamos el daño.
3. Un truco muy conocido es echar crema hidratante por la parte de dentro del zapato. Si es sandalia en cada tira, si es un zapato cerrado por toda la parte de dentro y del talón. De esta manera haremos que se adapte el material a nuestro pie. Además, un buen pie hidratado provoca que la rozadura salga después debido a que se deslizará con más suavidad.
4. Probablemente lo habréis escuchado muchísimo y suele ser bastante eficaz. Echar unos polvos de talco. Sí, esos que tenemos siempre rodando por casa, en nuestros zapatos y en el pie, así evitaremos que sude para que no se resbale en el interior del calzado y nos provoque esguinces, todo un clásico.
5. Otra forma de evitar el dolor es con una cinta adhesiva o goma de color de nuestra piel. Envolvemos el tercer y cuarto dedo del pie con ella, empezando a contar por el pulgar. Lo que hace esto, es fijar los dedos debido a que existe un nervio que se divide en dos justo entre esos dedos del pie que es el encargado de causar dolor cuando hay presión por causa de los tacones altos.
6. Una de las imágenes que todas seguramente habremos visto e incluso habremos hecho es quitarnos los tacones. Pero no es la mejor solución, debido a que cuando te duelen se te hincha el pie, y luego además de que te puede costar más ponértelos, te dolerá más.
7. Uno de los tips más conocidos es andar con ellos antes. Sin embargo, es más recomendable hacer esto con unos calcetines de algodón humedecidos en agua caliente para adaptarlos a nuestro pie.
8. Si sientes que el pie te va a bailar en el zapato, una forma de prevenirlo rápida y efectivamente es ponernos un poco de cinta adhesiva de doble cara para fijar bien nuestra suela.
9. Otra manera de evitar el dolor es caminar con ellos. Cuando estamos quietas, sin movernos, se produce mayor presión sobre nuestros pies y es cuando más nos duelen. ¡Anda y baila! Ya verás como duelen menos.
10. El más eficaz de todos es el que habremos escuchado de nuestras madres: usar plantillas. Con las plantillas se acolcha nuestro pie y no sufre para nada. Si es abierto el zapato, opta por usar las de silicona y transparentes.
¿Qué os han parecidos estos trucos? ¿Los conocíais? Esperamos que os hayan gustado y no dudéis en contárnoslo en las redes.