Imagen: Blog Cutis limpio
1. Olvidarnos de preparar la piel: si queremos lucir un rostro descansado, luminoso y sin imperfecciones, lo primero que debemos hacer es preparar la piel adecuadamente para que la base ya esté asentada y el maquillaje sea más fácil de aplicar. Por ello debemos usar siempre sobre la piel limpia crema hidratante y algún sérum o tratamiento específico, ya sea antiarrugas, anti manchas, para atenuar los poros, etc., antes de comenzar a maquillar. Para que esto pueda penetrar en nuestra piel y nutrirla bien, debemos esperar por lo menos 5 minutos.
Imagen: Blog Confessions to my mirror
2. Base de maquillaje incorrecta: elegir la base de maquillaje adecuada es fundamental a cualquier edad pero más aún en las pieles maduras. ¿Por qué? Muy sencillo. Si elegimos un tono demasiado oscuro no sólo estaremos acentuando las líneas de expresión, sino que además restaremos luminosidad a la piel, ese bien tan preciado para verse más joven. Por otro lado, pecar de un tono demasiado claro nos puede dar un aire fantasmal y antinatural. Asimismo, debemos echar la cantidad adecuada e integrarla bien para evitar que el exceso marque las arrugas con el paso de las horas.
Imagen: Blog Confessions to my mirror
3. Cejas demasiado finas: lo creamos o no las cejas son fundamentales en nuestro rostro e influyen de manera decisiva en nuestro maquillaje. Hace años las tendencias pecaron de abusar de la depilación y ahora hay muchas mujeres que querían ver sus cejas más pobladas. No obstante, esto se puede corregir con ayuda de sombra del tono de nuestro pelo o lápices de cejas.
4. Productos en crema y nacarados para los ojos: si usamos productos en crema en párpados con pliegues no haremos más que acentuar éstos, más aún si además nos decantamos por tonos satinados o nacarados. Debemos apostar por sombras en polvo en colores naturales aunque luminosos, como beige, marrones, etc. Los ahumados demasiado intensos y coloridos pueden resultar vulgares a partir de los 40, cuando la naturalidad es la clave de una piel joven.
5. Eyeliner demasiado marcado: De nuevo debemos recurrir a la naturalidad, ya que una línea demasiado gruesa puede crear un efecto hundido en el ojo y de aire vulgar. En lugar de eso trata de maquillar la línea de agua de las pestañas superiores y de hacer una línea externa con sombra o lápiz difuminándolo suavemente.
6. Marcar las pestañas inferiores: un truco muy popular para que los ojos no se vean caídos es prescindir de la máscara de pestañas en las inferiores, sobre todo en aquellos casos en que nuestros ojos son más bien pequeños, con arrugas y tendencia hacia abajo en los extremos.
Imagen: Blog Cuidados caseros
7. Labios muy oscuros: lo mismo ocurre con los labios, en los que los tonos muy oscuros endurecerán las facciones. De nuevo tendremos que recurrir a los colores naturales que suban un poco nuestro tono natural. Es importante también usar delineadores de un tono parecido al de nuestros labios o labial, pero nunca más oscuro.
8. No aplicar bien el corrector: es recomendable elegir un corrector uno o dos tonos por debajo de nuestro color de piel y aplicarlo en aquellas zonas a las que queramos dar volumen, como puede ser la zona de las ojeras que suele verse más hundida. En tal caso, no hay que usarla de manera circular, sino difuminando el corrector hacia abajo, formando un triángulo entre el lagrimal, la zona externa del ojo y las aletas de la nariz. También podemos aplicar este tono en las arruguitas pero es fundamental difuminarlo bien para integrarlo todo sin cortes en el rostro.
Imagen: Blog Belleza para mujeres
9. La importancia del colorete: no debemos usarlo jamás en la zona central del moflete. En su lugar debemos aplicarlo en la zona alta del pómulo a la altura que estaría la mitad del ojo, hacia afuera y subiéndolo ligeramente hacia la sien. De esta manera de daremos un efecto lifting. Recuerda que el tono más adecuado para ti es el más parecido a tus mejillas sonrosadas de manera natural a excepción de aquellas que tengan rosácea, pues deberán decantarse por tonos melocotón y huir de los pigmentos rojizos.
10. No desmaquillarse: por más que nos maquillemos muy bien, sino cuidamos debidamente nuestra piel, esto se notará siempre. Por ello es imprescindible desmaquillar y limpiar cada noche nuestra piel con el fin de que descanse y pueda regenerarse y oxigenarse.
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