¿Cómo afecta el frío a la piel?
El exceso de frío y el ambiente seco hace que perdamos células con más facilidad, acumulándose células muertas y provocando tirantez y rojeces. Además, los capilares de la piel se contraen, lo que implica insuficiencia de oxígeno en la epidermis. En lo que respecta a las manos, esta sequedad va a hacer que la piel esté mucho más expuesta, pues ha perdido su gran barrera protectora, lo que puede acelerar la aparición de dermatitis e inflamaciones. Consejos para cuidar las manos en invierno
Viendo todas las consecuencias que puede tener el frío para nuestras manos, lo mejor es que seamos precavidos, y llevemos a cabo una serie de medidas y cuidados para protegerlas:- Usar guantes cuando estemos en la calle es fundamental para evitar cambios muy bruscos de temperatura en las manos.
- Usar con frecuencia crema hidratante, sobre todo después de lavarnos las manos. Esta crema la aplicaremos con un breve masaje, favoreciendo que el producto penetre bien en la piel. Entre las opciones más recomendadas se encuentran las de glicerina o de caléndula.
Así, el uso de un hidratante es especialmente necesario este año, ya que el gel hidroalcohólico ha pasado a ser un producto imprescindible cuando salimos de casa, lo que puede aumentar aún más la sequedad. Por ese motivo, cuando sea posible, optaremos por lavarnos las manos, dejando el uso del gel solo para ocasiones puntuales.
- A la hora de irnos a dormir, podemos emplear una crema más densa, con propiedades reparadoras.
- Cuando nos lavemos las manos, no debemos usar agua muy caliente, a pesar de que lleguemos de la calle con ellas heladas y queramos entrar en calor. Del mismo modo, tampoco se recomienda arrimarlas a una fuente de calor para calentarlas.
- Importante también no olvidarnos de proteger la piel del sol durante los meses de invierno, y esto incluye también las manos.
- Una vez a la semana podemos realizar un tratamiento exfoliante a nuestras manos para ayudar a regenerar la piel y eliminar células muertas. Así, podemos emplear alternativas caseras, como una mezcla de aceite de almendras y azúcar.
- Por último, especialmente en estos meses procuraremos proteger a nuestras manos de otros posibles daños como, por ejemplo, lavar los platos, usando guantes de látex para ello.
Esperamos que estos consejos os resulten de utilidad. Nos vemos en el próximo post de Vivienda Saludable.