Seguramente te pasa lo que a mí: hay días o momentos en el mismo día que estás tranquila, animada, como si nada pasase, y sin embargo esas sensaciones cambian en cuestión de instantes. Quiero que sepas que esto es normal y que no debes sentirte culpable por ello. Simplemente por el hecho de estar viviendo esta situación desconocida con la mejor de las actitudes, llena de incertidumbre lo mejor que puedes y llevando a cabo todas las recomendaciones de las autoridades sanitarias, solo por eso, ya estás contribuyendo positivamente a que la pandemia pase.
Quería compartir con ustedes lo que a mí me ha ayudado a no desesperar con el paso de los días mientras se prorroga el confinamiento, lo que me hace mantener la calma y a volver a ella cuando llegan esos momentos o días de bajona.
(Te recomiendo que sigas leyendo hasta el final, nada es lo que parece)
Tomar conciencia de que este estado de alarma escapa de nuestro control, por lo que solamente podemos incidir en nosotros mismos, no en el estado de alarma en sí, no sé si me explico. Es la típica aplicación del dicho "si tiene solución para qué te preocupas, y si no la tiene, para qué te preocupas igual". Con no salir de casa más que para lo estrictamente necesario guardando los consejos de seguridad sanitaria, ya estaremos siendo parte de la solución y no del problema.
Ejercita tu cuerpo y tu mente. Establece una rutina diaria y mantente activa, principalmente si por esta situación has perdido tu trabajo temporal o definitivamente. Haz ejercicio, practica con tu instrumento de música, baila, lee sobre algo que te interese o simplemente por placer. Aprovecha para realizar todo aquello que "antes no podías por falta de tiempo".
Reinvéntate. Quizás es el momento para estudiar o para investigar sobre qué quieres hacer después de que pase este tiempo de aislamiento.
Confía en que todo esto pasará, es temporal. Centrarnos en el día que estamos viviendo en vez de pensar en el mañana o en lo que estuviese haciendo si no estuviera en aislamiento solo genera ansiedad y angustia. Recuerda que tu estado de ánimo te afecta a tí y a los que te rodean, y será el mejor arma con la que contarás en este tiempo.
Mantener y nutrir los lazos emocionales con amigos, familiares y parejas nos fortalecerá.
Intenta ver el lado positivo de esta situación. Todas las crisis, personales, laborales, familiares, económicas, y en este caso, sanitaria y mundial, nos enseñan a valorar lo que somos y lo que tenemos.
Estas reflexiones, como te decía, me ayudan a no dramatizar la situación de aislamiento por coronavirus, pero seguramente ya las habías escuchado antes.
Ahora te dejo una serie de puntos, más relacionados con la temática del blog y es aquí donde quiero aportar mi granito de arena para que estos días te sean más llevaderos:
Arréglate en casa, mejorará tu estado anímico. Estar todo el día en chándal o pijama no tiene sentido ni te hace bien. Pregúntate si lo harías en condiciones normales durante varios días seguidos... Probablemente la respuesta sea no, por lo que en estos momentos tampoco debería pasar a ser normal. No hablamos de superficialidad sino de autoestima.
Si teletrabajas, vístete cada mañana como si fueras a la oficina, incluido tu maquillaje. La actitud frente a este estado será tu tabla de salvación o todo lo contrario.
En caso de videoconferencias por temas laborales, cuida hasta el más mínimo detalle, como si de una presentación presencial se tratase. El fondo de la imagen y la iluminación son muy importantes, pero aún lo es más que vayas vestida con tu gama cromática de colores. Aplicable también a videollamadas con amigos y familiares, porqué no.
Reserva momentos para tu rutina de cuidados diaria y también para cuidados extra. Como te decía, tenemos la oportunidad para hacer todo aquello que no hacíamos antes del confinamiento por las carreras del día a día: llena la bañera de espuma con velas alrededor, hazte una exfoliación profunda de la piel, arréglate las uñas, aprende cómo hacer tu corte de pelo o cómo darte el tinte, párate delante de tu vestidor y diseña nuevos looks, haz una limpieza o cambio de armario, remodela esa parte de la casa que siempre has querido...
Por supuesto, con arreglarnos cada día no vamos a salvar al mundo, pero sí que cuidaremos de nuestro humor, de las vibraciones que emanamos y por tanto, contribuiremos a mantener un ambiente positivo en nuestra casa, en la comunidad, con los compañeros de trabajo, con la familia y amigos. Cuida tu exterior y se fortalecerá tu interior.
¿Has visto todas las cosas que podemos hacer sin salir de casa? Yo aún no he tenido tiempo de aburrirme, sinceramente. Aunque la más importante de todas te la comento a continuación:
NO HACE FALTA QUE HAGAS NADA
Se ha establecido una presión social sumada a esta etapa de aislamiento y es la de aprovechar el tiempo.
Parece que si no somos super productivos, no nos sacamos un máster o aprendemos una nueva habilidad, no habremos sacado nada positivo de esta crisis.
Como dije al principio, con sobrellevar esta etapa lo mejor que pueda cada uno, sin perder la cabeza en el intento, nos podemos dar por satisfechos.
Cuidarnos debe ser nuestra única meta en este tiempo de standby para el mundo.
Te aseguro que saldremos más sabios y fortalecidos de esta experiencia.