-Divide en dos grupos y selecciona la ropa en dos montañas, una para las cosas que quieras conservar y otra para lo que ya no te gusta, sé sincera y hazlo de forma objetiva.
-Utiliza grandesbolsas transparentes para almacenar lo que ya no quieres pero ¡no lo pierdas de vista!, recuerda que más tarde deberás revisarlo.
Vuelve a dividir en dos:
Ahora en el grupo que decidiste guardar, organiza el grupo de las cosas que utilizas con mayor frecuencia y las que menos, eso permitirá determinar que cosas debes dejar más a mano para encontrarlas con mayor facilidad.
Limpialo todo:
¡Ya casi hemos terminado¡ solo falta que limpies meticulosamente el interior del armario. Recuerda que es el lugar donde se guarda tu ropa y debe estar limpio para evitar malos olores. Este es el momento ideal para revisar tus accesorios y cabe la posibilidad de que las perchas no sean iguales por lo que es mejor que tires las que ya no usas.
Separa la ropa por secciones:
Ropa para trabajar, o andar diario.
Debes colocar la ropa dependiendo de lo que vayas a hacer.
Según su frecuencia:
Es evidente que todos tenemos ropa que utilizamos más que otra por eso es mejor que lo organices según es lo que más te pongas.
Por tipo de prendas:
Organizar por el tipo de prensa es otra opción y además es muy cómodo así no tardarás tanto en encontrar lo que quieras llevar cada día.
¡Recuerda que todo depende de tu organización personal o a lo que des más importancia a la hora de vestir!
Te aconsejamos que decores tu armario según tus gustos mediante accesorios, adornos personales, fotografías o recuerdos que te pongan de buen humor, así tendrás la garantía de que tu estado de animo será el adecuado a la hora de pensar el look que quieras llevar.