Así que vamos al centro del asunto, cómo maquillarse para una entrevista de trabajo:
Ponte una crema hidratante que conozcas y sepas que te va bien, no te cree grasa y te sea cómoda.
Si lo necesitas (para cubrir imperfecciones, unificar tono, etc…) utiliza una base o corrector, pero ojo, del tono más similar al de tu piel que encuentres, el objetivo es conseguir un aspecto de buena cara, natural, que favorezca nuestros puntos fuertes y disimule los flacos. No abuses, sólo la cantidad justa para arreglar esos “defectos”, que quede, como ya hemos dicho, natural.
Ponte un colorete que te favorezca y llévalo desde los mofletes hacia la sien, pero de forma suave. Si no sabes cual, los tonos amelocotonados suelen sentar bien a la mayoría de las tonalidades de piel.
Si vas a necesitar que el maquillaje te dure todo el día o te suelen salir brillos, utiliza polvos matificantes, preferiblemente de un tono similar al de tu piel en las zonas que te resulten más conflictivas (la frente, la nariz…).
Para los labios lo mejor es optar por un tono similar al nuestro. Si no, los nude o simplemente cacao pueden ser la mejor opción, de cualquiera de estas formas daremos un resultado jugoso, arreglado pero nada excesivo.
Los ojos seguirán en la misma tónica, tonos tierra y máscara serán la mejor opción. Si prefieres llevar algo de color puedes optar por un eyeliner de grosor medio o alguna sombra que no sea excesivamente pigmentada en el color que más te favorezca.
Podéis ver ejemplos aquí:
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