Los salones de peluquería, para la desinfección de los útiles de trabajo, suelen utilizar esterilizadores con lámparas ultravioletas, pero si la limpieza la hacemos cualquiera de nosotros en casa, te diré unos pasos a seguir:
Lo primero es retirar los restos visibles, como pelos o restos de suciedad. Puedes hacerlo con los dedos, con ayuda de un peine o con un limpiador de cepillos:
Existen limpiadores de cepillos especiales para realizar éste paso y son súper efectivos, por ejemplo, el de Olivia Garden está realizado en nylon procedente de redes de pesca, antiestático, no raya los cepillos aumentando así su vida útil.
El que yo tengo es éste, de Avon, realizado con PP y hierro, mide tan sólo 8.8cm y os aseguro que funciona de maravilla.
2. Una vez retiradas todas las impurezas, debemos lavar con agua y jabón. Puede hacerse con la mano, con ayuda de un guante o de un cepillo pequeño tipo cepillo de dientes. Introduce el cepillo o peine y déjalo actuar durante una hora aproximadamente. También se puede lavar con vinagre y agua a partes iguales, en éste caso, no lo dejes actuar más de 30 minutos para que ni las cerdas ni la base se dañen. Si el cepillo es de madera, ten cuidado no se moje para que no se estropee, para ello, colócalo boca abajo y que el agua sólo toque las cerdas y la goma.
3. No olvides enjuagar el cepillo y deja secar al aire libre, asegúrate de que no le quede agua sobre todo por dentro donde se acumula en muchos modelos.
Cepillos disponibles en la web: Modesta Casinello
De ésta manera, tus cepillos y peines se mantendrán como nuevos durante mucho más tiempo y tu pelo te lo agradecerá.