Cada día tenemos más cultura por cuidarnos y mantenernos saludables, la euforia por los smoothies es un hecho. Hay millones de recetas que podemos encontrar que pueden gustar más o menos y cierto que es una inyección de vitaminas y energía al instante, no obstante en función de la persona y el propósito que se tenga tendremos que cuidar los ingredientes. Si queremos mantener nuestro peso no es recomendable poner muchas frutas, mantequillas de almendras, maní las porciones deben ser cuidadas. ¡Vamos a ver cómo!
Para hacer un smoothie necesitamos: una base líquida (puede ser agua mineral o de coco, leche vegetal); después hay que añadir, frutas o verduras (frescas o congeladas, ingredientes extras (especias, yogurt, mantequilla de maní, semillas, jarabe de arce, maple…) y finalmente hielo si se desea. Esto sería la base para hacer un smoothie lleno de energía, pero si no queremos pasarnos con la fructosa y grasas saludables y estamos en un proceso de control de peso la base es muy sencilla:
1 pieza de fruta ( la que desees ya sea fresca o congelada)
3 porciones de verdura (kale, espinacas)
1 taza de leche vegetal sin azúcar añadido o agua de coco o mineral.
1 fuente de grasa saludable (aceite de coco, aguacate, semillas, mantequilla almendras, maní)
1 cucharada de un superfood (que prefieras spirulina, Rosa de mosqueta, maca)
Si es después de realizar ejercicio 1 cucharada de proteína vegetal (cáñamo, guisante)
Espero que te sirva, hasta la próxima!