Lo único que necesitaréis es:
- Dos brochas
- Polvos bronceadores
- Colorete luminoso
- Polvos sueltos
Truco
La diferencia de este truco con los otros que habéis visto es que el resultado es mucho más natural. De hecho, las sombras del contorno quedan muy acordes con el rostro.
1. Aplicamos los polvos bronceadores con la brocha y realizamos movimientos de arriba hacia abajo en la zona del pómulo para que destaque el color y la sombra sea más evidente.
2. Después, cogemos el colorete y lo ponemos en la zona alta de la mejilla, debido a las partículas que contiene un efecto iluminador.
3. Tras los polvos bronceadores y el colorete, el trazo creado es muy llamativo asique lo matizamos bien aplicando los polvos sueltos con la otra brocha (similar a la primera).
4. Por último, realizamos movimientos circulares para lograr que el maquillaje se difumine.
¡Y ya estás perfecta para cualquier ocasión!