Es por esta razón, y considerando que a veces el estilista no logra captar nuestros gustos, que no hay una forma más amena y económica que optar por hacer este procedimiento nosotras mismas. No necesitaremos de grandes materiales ni de largos períodos para lograr hacerlo de la mejor manera. Debido a ello, hoy te enseñaremos paso a paso cómo hacerlo de la manera más fácil posible.
Tipo de depilación dependiendo del rostro
Ahora bien, ya que seremos nosotras mismas la que intentaremos hacer esto, tenemos que tener presente ante todo que la forma en que delineemos los vellos por encima de nuestros ojos operará en función de nuestro tipo de rostro. Atenderá más a esto que a nuestros gustos para lograr la apariencia de que ha sido delimitada por un estilista y no por nosotras. Por ello, los tipos más comunes de cejas son:
Cejas rectas: Son ideales para aquellas mujeres que tienen el cabello corto y, en especial, para todas las que poseen vellos poblados. Son las más fáciles de mantener y se ajustan perfectamente a rostros triangulares.
Cejas redondeadas: Son las segundas de la lista en cuanto a mantenimiento pues son las que se ajustan más a la forma natural de crecimiento. Resultan ideales para personas con rostros angulosos de cabello largo. Se debe ser cuidadosa de no tratar de arquear tanto la forma para impedir que se vean muy artificiales.
Cejas arqueadas: Son las más comunes de todas por la versatilidad con que se pueden delinear. Provocan, a través de un efecto óptico, que toda la atención se concentre justo en el centro de la cara. Se adapta muy a bien a cualquier tipo de cara, aunque se acomodan mejor a los rostros largos.
Cejas angulosas: Estas son mucho más arqueadas que las anteriores y se recomiendan, sobre todo, a aquellos rostros con facciones muy marcadas. Se debe ser cuidadosa de elegir esta variante pues no se suelen ajustar a todos los tipos de contornos.
Depilarse las cejas paso a paso y sin dolor
Ya elegido el tipo de figura que se adapta mejor a nosotras, es hora de proceder sin demora a depilarlas. Como lo que queremos es detallártelo de la mejor forma posible hemos divido esta sección en cómodos pasos a seguir. ¡Ah! Y te lo explicamos bajo la fórmula que cause el menor dolor posible.
1.- Lugar adecuado para comenzar: Primero que nada, debemos elegir cuidadosamente el lugar en donde recortaremos los vellos extra y aquellos que, en cambio, conservaremos para dar forma a esta zona. Para ello debemos pararnos frente a un espejo y con un delineador de color blanco o negro (operará en función de tu color de piel) pasamos a remarcar la forma, figura, y grosor de del tipo de ceja que se adapta mejor a nuestro contorno. Debemos tener especial cuidado con la zona en donde comienza y termina para evitar inconvenientes en pleno procedimiento.
2.- Consigue en aparato apropiado: Para llevar a cabo todo esto en nuestros hogares no hay un instrumento más fiel e indicado que las pinzas para cejas. ¡Pero cuidado! No todas son iguales y el resultado final dependerá en gran medida de la calidad de todas estas. Evita utilizar uno vieja y mejor cómprate una de paquete para aseguramos de que funcione lo mejor
3.- Hazlo de la manera correcta: No debes depilar tus cejas por encima sino por debajo; así aumentamos el espacio entre el párpado y logramos resaltar aún más la mirada. Tenemos que hacerlo despacio y retirar poco a poco los vellos que estén fuera de la línea divisoria que ya hemos marcado. Lo recomendable es que procedamos con ambas cejas en paralelo; no esperemos a terminar con una para iniciar con la otra pues es posible que no queden iguales.
4.- Retoca la zona: Luego de que hayas retirado la cantidad de vello indicada, acerca hacia ti una lámpara con luz artificial y evalúa minuciosamente si han quedado perfectas. Retoca el área si esto no ha sido así. Terminado el procedimiento procede a colocar un poco de hielo en la zona para relajar los músculos que hacen vida allí.
¿Cada cuánto tiempo hay que depilárselas?
Lo más recomendable es que constantemente estemos retocando el área para impedir que la zona se vea poco agradable. Aunque dependerá de qué tan rápido te crezcan te recomendamos que lo hagas cada 3 días para poder controlar totalmente el área. Pero si no te gusta la apariencia que esta zona muestra en el transcurso se este tiempo puedes intentar rasurarlas aunque, te advertimos, puede que esto incremente los cañones que de seguro luego saldrán.
¿Qué pasa si lo he hecho mal?
Si por alguna que otra circunstancia no has logrado obtener el resultado que esperabas y la apariencia de este lugar no es de tu agrado, puedes cubrir la zona con lápices para cejas. Si es algo leve no se notarán nada; si es muy llamativo te recomendamos el uso de colores especialmente fuertes. Debemos hacer esto hasta que crezca la cantidad adecuada de vellos para intentar, nuevamente, darles forma en el futuro.
Consejos adicionales
Además de los que te hemos dicho el día de hoy, puedes considerar las siguientes recomendaciones para lograr que esta experiencia sea más amena para ti:
Debido a que los folículos de nuestra piel se activa y se abren justo después de bañarnos; es precisamente luego que de ello que te recomendamos que empieces con este proceso. La zona estará más propensa a ceder ante la pinza y, por esto, será menos doloroso para ti.
Si cuando estás en plena depilación la zona se empieza a enrojecer o a inflamar, puedes contrarrestar esto con un poco de gel o aloe vera para reducirlo.
Cepilla antes y después de depilar para observar cuánto hay que cortar y cómo ha quedado después de esto.
Toma una fotografía como modelo para apreciar con más detalle la diferencia entre tus viejas y nuevas cejas depiladas.
Lo ideal es que tires en la dirección en que crecen los pelos para evitar dolores desagradables. Así mismo, el ángulo en que lo hagas no debe ser superior ni inferior a 45 grados.
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