1. Intentar bajar la temperatura de la calefacción. Seca mucho nuestra piel, y nos expone a cambios bruscos de temperatura al salir a la calle.
2. Beber mucha agua. Para que el cuerpo no la tome de nuestra piel
3. Duchas cortas, y no tan calientes. Una buena ducha caliente en Invierno es muy apetecible, pero muy dañina para nuestra piel.
4. Usar cremas o jabones hidratantes. Que aporten a nuestra piel la humedad que necesita.
5. Protege tu piel del frío. Evita el viento con bufandas y capuchas. ¡Pero ojo al tejido, no sea peor el remedio que la enfermedad!
Con estos cinco sencillos consejos, seguro que vuestra piel os lo agradece dejando que podáis lucirla cuando el frío vaya dejando paso al sol.