El chitosán puede ayudarnos a adelgazar o al menos, a no coger kilos de más. Se trata de una fibra natural de origen marino cuya capacidad principal es absorber la grasa. Como no se digiere, ayuda a eliminar las grasas de forma natural. Puede llegar a absorber hasta cinco veces su peso en grasa, y dichas grasas son eliminadas, no absorbidas por el cuerpo.
Dada su capacidad de absorción, también puede ayudarnos a controlar los niveles de colesterol malo en la sangre. De esta forma, el chitosán contribuye a eliminar las grasas y que no sea abosrbidas por el cuerpo. Viene en forma de pastillas y basta con tomar una o dos (según las indicaciones del fabricante) media hora antes de la comida.
Pero aunque pueda parecer la panacea, no debemos olvidar que no se trata de un producto milagroso, sino de un complemento. Por eso, no vale tomar el chitosán y darse el atracón pensando que no vamos a coger ningún kilo. Además, hay que tener en cuenta que absorbe su peso en grasa, pero que seguimos teniendo enemigos en los hidratos de carbono, el azúcar y las comidas precocinadas.
Aún así, comiendo con cabeza, manteniendo el equilibrio en las comidas el resto de día y sin olvidarnos del ejercicio, el chitosán puede ser una ayuda para salir indemnes de las Navidades y sus súper comidas calóricas. Podéis encontrarlo en herbolarios, parafarmacias y tiendas de nutrición. Algunos supermercados también lo tienen.
¿Conocíais las propiedades de este producto? ¡Felices Fiestas a todos/as los que me leéis!