Hacía mucho tiempo que quería un cepillo limpiador facial eléctrico.
Mi primera idea era comprar el Clarisonic, pero me parecía -y sigue pareciendo- que tiene un precio muy elevado para lo que es y hace.
Y fue en una sesión con mi distribuidora de Mary Kay donde vi que tenían su propia versión y mucho más barato. Su precio original es 50â?¬, pero yo lo compré con una promoción y pagué 40â?¬ por el.
Trae dos cabezales, uno para piel normal y otro para piel más sensible, y tiene dos tipos de velocidades.
Pero, ¿vale la pena pagar este dinero por un cepillo facial a pilas?
Desde la web de Mary Kay nos dicen:
Este ligero cepillo con dos velocidades masajea suavemente tu piel mientras la limpia en profundidad eliminando cualquier residuo así como restos de maquillaje en solo unos segundos.
Elimina el maquillaje un 85% más que con una limpieza manual.
Ayuda a la absorción del siguiente paso del cuidado de la piel que utilices..
Mejora de inmediato la apariencia de la piel.
Ayuda a eliminar los daños del pasado en la piel para conseguir un tono de piel más uniforme.
Suaviza la apariencia de las líneas de expresión y arrugas.
Para mí, ha sido una buena compra. Es cierto, que no es algo imprescindible para vivir, pero hace la tarea de la limpieza facial diaria más fácil y placentera.
Yo lo utilizo en la ducha - es resistente al agua, aunque aconsejan no sumergirlo por completo-, después de desmaquillarme la cara con agua micelar. Aplico un poco de mi jabón facial en el cabezal previamente mojado y lo paso por el rostro durante unos segundos. La sensación de limpieza es inmediata y no noto que agreda mi piel.
Llevo unas semanas usandolo y estoy encantada.
¿Podría hacer la misma función un cepillo limpiador manual? Podría, pero el momento de relax al recibir un masaje facial sin esfuerzo a la vez que nos limpiamos la cara no la tendríamos.
¿Lo recomiendo? Sí, si eres de esas personas a las que le gusta cuidarse la piel y además recibir un agradable masaje.
Si te gusta mimarte aun estás a tiempo de incluir uno en la carta a Los Reyes Magos.
¡Besos!