Soy una apasionada de los turbantes. Empecé a utilizarlos cuando decidí llevar mi pelo afro natural: había días en los que no sabía qué hacer con mi pelo, y un día, mirando fotos de Concha Buika y de Erikah Badu, vi la luz: si ellas llevaban turbantes, ¡yo también podía!
Llevar turbantes se convirtió en una salida genial para los días de BDH (Bad Hair Day o días de "malos pelos"): me ponía mi turbante, y salía a la calle con él.
Poco a poco empecé a entender que los turbantes, lejos de convertirse en algo que me ayudaba a salir del paso, se podían convertir en un complemento más para mi vestuario, y entonces fue cuando decidí incorporarlos definitivamente, combinándolos con mi ropa o con el resto de mis complementos.
Jugar con turbantes es muy divertido. Puedes ponértelos de formas muy diferentes. Lo más bonito de los turbantes, sobre todo, es que, como se trata de algo muy artesanal, siempre quedan diferentes. Nunca verás el mismo estilo de turbante hecho exactamente igual, porque siempre cambias algo, aunque no seas consciente de ello.
Otra cosa que me gusta de los turbantes es que permiten inventar mil formas de llevarlos. A veces, ni siquiera necesitas un tutorial: basta con ponerte a probar dándole vueltas al fular y haciendo nudos, y puede salirte un modelo realmente original.
De todas formas, te propongo algunos tutoriales de los que ya he publicado en mi canal de Youtube que te pueden servir para iniciarte, como éste:
Pero deja que te cuente más cosas para que sepas por qué me gusta tanto llevar turbantes, porque, además de un motivo puramente ornamental, pueden tener muchos más usos, y quiero que los conozcas para que le veas todas las ventajas al headwrapping, como lo llaman en inglés.
- En invierno te sirven para protegerte del frío. El cabello sufre con las agresiones externas, evidentemente; llevar un turbante te servirá para que tu cabello no quede expuesto a las bajas temperaturas. Y de paso, llevarás la cabeza y -si quieres- las orejas calentitas.
- En verano también sirven para protegerte del sol: por la calle, o tras el baño en la playa y la piscina, son una opción a tener en cuenta.
- En el caso de tratamientos de quimioterapia, también son una opción frente a las pelucas. En este post puedes leer la historia de Elena y cómo consiguió sentirse bella, pese a haber perdido el pelo después del tratamiento. En el siguiente vídeo podrás aprender otra forma muy original de llevar tu turbante.
Y ahora que no nos lee nadie, te cuento otro uso que le doy a los turbantes: si estoy en casa con una mascarilla puesta en el pelo o cualquier otro tratamiento profundo y tengo que salir a la calle, me coloco mi turbante y ¡tachán! ¡A la calle! Salgo divina y nadie sabe que, debajo del turbante, llevo un gorro de plástico y el pelo embadurnado en alguna crema.
Con el tiempo, aprenderás a hacer turbantes cada vez más elaborados. Tendrás más confianza y se te dará mejor. Y podrás llegar a hacer modelos más sofisticados, como el que puedes ver aquí:
Antes de despedirme, quiero darte algunas indicaciones que quisiera que tengas en cuenta al usar los turbantes:
- Tensa la tela de tu pañuelo o fular para que quede lisa y sin arrugas. Así la composición final se verá más elegante.
- No aprietes demasiado la tela alrededor de tu cabeza, a pesar de lo que te he dicho en el punto anterior. Si lo haces, terminarás con un dolor de cabeza terrible -hablo desde la experiencia-, así que intenta ajustarlo para que no se mueva y no lo aprietes más; total, tampoco solemos hacer movimientos muy bruscos con la cabeza.
- Para saber que tu turbante está bien colocado, sacude la cabeza. Si no se mueve, está perfecto.
- Usa, entre el turbante y tu cabello, un pañuelo o gorro de satén. Esto te lo aconsejo porque los tejidos de algodón absorben la humedad del cabello, y si lo llevas hidratado -en caso de que lo hidrates a diario si tu pelo es seco-, no querrás perder la hidratación del cabello por llevar un turbante.
- ¡Atrévete a innovar! ¿Qué nadie en tu círculo lleva turbantes? ¡Sé tú la primera! Quién sabe... tal vez te conviertas en trend setter ;)
Después de lo que te he contado, ¿te animas a probar con los turbantes?