1. Aclárate el pelo con agua fría: puede ser algo complicado, pero ayuda a que el cabello se alise y consiga esta apariencia suave y sedosa. Si lo aclaramos con agua caliente, se produce el efecto contrario, es decir, el encrespamiento y el frizz.
2. No te lo laves todos los días: el pelo necesita el acondicionamiento natural del aceite que produce el cuero cabelludo, ya que contribuye a su fortalecimiento y suavidad. Es importante encontrar la rutina que más se ajuste a nosotros (2-3 veces por semana) y evitar lavarlo a diario para que no se reseque.
3. Cepíllalo a diario: es algo muy sencillo y útil, ya que estimula la circulación del cuero cabelludo y permite que nuestro pelo crezca más rápido y saludable. Hay que hacerlo 3 veces al día y de manera suave, para que no se rompa.
4. Utiliza productos de una misma gama: por lo general, los champús, acondicionadores, mascarillas... de una misma marca están creados para trabajar de manera conjunta. Por eso, debes acostumbrarte a usar una gama para aprovechar al máximo sus propiedades y conseguir que tu pelo esté más suave y nutrido.
5. Córtalo frecuentemente: hay que sanear el cabello cada 3-4 meses y quitar las puntas resecas y maltratadas. Esto hará que se vea más sano y que crezca en mejores condiciones.
6. Usa el cepillo o peine adecuado: una gran opción son los cepillos de cerdas de jabalí, ya que quitan la grasa del cuero cabelludo y la llevan hasta las puntas, permitiendo que todo el pelo se nutra y aproveche sus beneficios. Es importante saber que nunca hay que peinarlo cuando está húmedo porque se puede partir y quebrar.
7. Remedios y mascarillas naturales: las mascarillas naturales son una gran alternativa, puesto que tienen grandes beneficios y utilizan ingredientes fáciles de conseguir y muy económicos. En el siguiente vídeo, te dejamos 2 ideas que pueden ayudarte a reparar tu cabello.
Ahora que ya conoces todos estos trucos, ¡no dudes en seguirlos! ¡Conseguirás que tu pelo esté mucho más sano y suave!