Vuelta al mundo de la belleza

La belleza femenina es algo fascinante. Muchas culturas buscan seducir a través de la belleza, mientras que para otras el cuidado personal es una búsqueda de la perfección.
¿Por qué nos maquillamos? Algunas lo hacen para poder enfrentarse al mundo con buena cara, mientras que otras lo hacen para sentirse bien consigo mismas.

Las mujeres nos cuidamos para mostrar nuestra belleza natural, pero la atención que le dedicamos a nuestra apariencia puede decir mucho de nuestra relación con el mundo y con los otros.
 Las japonesas y las indias están obsesionadas con tener la piel clara, las brasileñas mantienen el bronceado durante todo el año.

¿Y el resto de las mujeres en el mundo? ¡Vamos a descubrirlo! 

 LA INDIA Pelo largo y muy cuidado, piel tersa, mirada intensa, vestidos con bordados… Las mujeres indias conservan su imagen impecable de generación en generación. Siempre han mantenido una belleza muy natural elaborando sus propios productos. Desconfían de la cosmética y la consideran poco natural y tóxica. Para estar guapas, se cuidan el cuerpo, la piel y el pelo con productos hechos en casa , totalmente naturales como aceites, cremas o henna. Pueden presumir de llevar siempre un maquillaje de gala con el famoso bindi.

¿Su ideal de belleza? Una piel clara, ojos rasgados y el pelo largo y cuidado.

Quieren una piel luminosa, por lo que utilizan productos que iluminen. También se aplican preparados hechos en casa que ayudan a aclarar la piel. Para agrandar la mirada alargan el ojo con Kajal, un bálsamo elaborado con materiales naturales (cera de abeja, mantequilla, aceite de coco y alcanfor).

Para el pelo lo prefieren negro y muy cuidado, con un liso natural, o adornado con trenzas y joyas. Se lo cuidan con henna, una planta con propiedades naturales que colorean y cubren el pelo y le dan brillo.
   JAPÓN El maquillaje es uno de los pilares sociales para las japonesas que siempre buscan la perfección. El maquillaje permite a la mujer identificarse e integrarse en un grupo social. Al contrario de lo que sucede con las europeas, las japonesas no buscan seducir, sino estar perfectas.

¿Su ideal de belleza? Una piel muy clara, ojos grandes y negros, pestañas XXL y una boca ligeramente carnosa.

La mujer japonesa es una de las mayores consumidoras de productos de cosmética del mundo y siguen verdaderos rituales de belleza. Corrector, base, polvos, colorete,…
 Para conservar una piel lisa y una tez clara durante el mayor tiempo posible, las japonesas no toman el sol, ya que lo consideran el principal culpable del envejecimiento.

Además, las japonesas apenas utilizan máscara de pestañas. Prefieren las pestañas postizas porque les parecen más fáciles de poner, más eficaces, y evitan que el rimmel se corra.
  NUEVA YORK  Dinámica y vanguardista, Nueva York es  la capital de la moda y de las tendencias de belleza. Alberga en su interior numerosos barrios étnicos donde residen múltiples comunidades. Basta con pasear por Brooklyn y Manhattan para percibir esta diversidad cultural. Las neoyorkinas, impregnadas por esta diversidad, se interesan por productos diferentes y con valores éticos.¿Su ritual de belleza? Estas mujeres son las reinas del colorete y de la manicura francesa, les encantan los salones de belleza, los gimnasios y los bares de uñas, donde cuidan manos y pies a un precio más que asequible.

La mujer de Manhattan no acepta unos zapatos con menos de 12 cm de tacón. Además, se sienten muy seguras de sí mismas, sexys y muy elegantes.

    BRASIL Sensuales y sexys, las brasileñas rinden culto a la belleza y en especial a su cuerpo. 

La playa se encuentra en el corazón de Río de Janeiro. Todo el mundo enseña sus cuerpos. La belleza es un pilar muy importante de la sociedad: las personas que no hacen deporte, ni prestan atención a su salud y a su cuerpo, suelen ser dejadas de lado.

¿Su ideal de belleza? Un cuerpo “sarado” (bien formado), una piel lisa y bronceada, uñas perfectas y cabello liso y cuidado.

Para ello, las brasileñas se dan cita cada semana en los salones de belleza para hacerse una “faxina”: un ritual de belleza que comprende manicura, peluquería y masaje. En cuanto al cabello, observamos que el pelo natural de la mayor parte de las mujeres es oscuro y rizado, pero la tendencia es el rubio ultra liso al estilo de Gisele Bündchen.
    PARIS Las parisinas están consideradas como las mujeres más femeninas y elegantes. París no es solo la capital de la moda, también de la belleza. Aunque a las francesas les encante maquillarse, siempre optan por una belleza natural y sin esfuerzos. Saben qué es lo que mejor les sienta y conocen perfectamente su estilo. Para ellas, la belleza está íntimamente ligada a la elegancia natural.

Bien sea sexy o romántica, gótica o baby doll, la parisina saca a relucir su personalidad a través de su estilo y su maquillaje.

¿Su ritual de belleza? Eye liner, un poco de colorete, perfume, y para la noche, un toque rojo en los labios. En su neceser podemos encontrar tanto productos de marcas desconocida como cosmética de gama alta.

Fieles a su perfume y a su maquillaje, las parisinas se dejan seducir por los cuidados bios y naturales.
    MADRID Las madrileñas, y las españolas en general, destacamos por nuestro carácter pasional y desenfadado. Estamos consideradas como el mayor exponente de la belleza 100% mediterránea, y es que ¡”Spain is different”!

A la vez sensuales y naturales, las españolas sabemos cómo maquillarnos para resaltar nuestros rasgos, especialmente la mirada, que siempre se destaca con un maquillaje de ojos ahumados, para aportarle un toque de misterio y feminidad.

Bien sea de la costa o del interior, a la española le gusta lucir su piel bronceada y luminosa, que le da una seña de identidad frente al resto de mujeres europeas.

¿Su ritual de belleza? Ojos ahumados, eyeliner, y mucha máscara de pestañas para los ojos. La boca pasa a un segundo plano, manteniéndose en tonos nude, y la piel destaca por su tono saludable y algo bronceado. 

Apasionadas y comprometidas, las españolas sabemos cómo sacarnos el máximo partido sin renunciar a la elegancia y la naturalidad.