Lo primero a tener en cuenta es saber si lo que queremos son mechas, reflejos, un tinte natural, o conseguir resultados permanentes o no. Sea cual sea la opción por la que finalmente nos decantemos, el temor principal está en saber si estaremos eligiendo el color adecuado o sabremos aplicarlo bien. Con unos pasos básicos reduciremos los riesgos de una mala coloración.
Preparativos previos
Para evitar posibles problemas a la hora de teñirnos, es importante valorar algunos consejos previos que ayudarán a que se fije mejor el color en nuestro cabello. Una vez hecha la prueba de sensibilidad del producto unas 48 horas antes para descartar posibles reacciones alérgicas, lo primero que recomiendan los expertos es no lavar el pelo el día anterior a la aplicación, ya que si está demasiado limpio el tinte puede no agarrarse lo suficiente y no conseguir el tono deseado.Otra consideración básica, sobre todo para los que no tenemos mucha experiencia, es proteger nuestra piel. Para ello, una buena idea es impregnar la línea que separa el pelo de la cara y la nuca con un poco de vaselina o crema hidratante. De esta manera el tinte que pueda invadir esta zona será fácil de eliminar. No obstante, si aún así te manchas accidentalmente, puedes hacer uso de un algodón y alcohol de 90º, pero sin frotar demasiado ya que puede producir irritación.
Una vez preparada la 'zona de faena', no te olvides de leer detenidamente las instrucciones del producto y de organizarlo todo muy bien para tener todos los diferentes productos del tinte a mano. Asimismo, es muy recomendable emplear una alarma para evitar que el tiempo se nos eche encima. Recuerda que cada minuto de más puede hacer que el color se sature demasiado o, si lo dejamos menos tiempo del prescrito, podría no llegar a ser lo intenso que nos gustaría.
Conseguir el color perfecto
Aunque es cuestión de ir probando y quedarnos con el tono que mejor nos siente, normalmente en las cajas de los tintes suele venir una pequeña leyenda que nos puede guiar acerca del color que obtendremos dependiendo de nuestro tono original. Lo que sí hay que tener en cuenta es que si tu cabello es demasiado oscuro y quieres aclararlo, tendrás que ir haciéndolo paulatinamente y con paciencia, ya que no conseguirás los mejores resultados a la primera.Al momento de la aplicación, si lo que deseamos es cubrir las canas, debemos empezar extendiendo con mucho cuidado el producto desde la raíz, y de ésta forma ir esparciéndolo hacia el resto de nuestra melena, cubriendo bien toda la superficie por igual. Por otra parte, si lo que deseamos es aclarar y tenemos restos de coloraciones anteriores, es fundamental iniciar el proceso por aquellas zonas más oscuras para que el tinte permanezca más tiempo en éstas que en las más claras y pueda ejercer bien su función.
Tras esperar el tiempo recomendado por los fabricantes, se debe aclarar bien el cabello con agua fría y lavarlo con nuestro champú habitual. A pesar de que a medida que vaya creciendo el cabello, tendremos que repetir el proceso, una buena idea para mantener el color inicial es utilizar un champú específico para pelos coloreados. Por otro lado, algunos tintes, sobre todo aquellos permanentes, pueden dañar nuestra estructura capilar, por lo que nuestros mimos deben aumentar, siendo muy recomendable hacer uso de una buena mascarilla hidratante a diario.
Por último, recordar que los tintes capilares no deben emplearse para teñir cejas o pestañas, ya que los ingredientes de las fórmulas pueden ser muy agresivos con nuestros ojos, produciendo incluso quemaduras. Si queremos conseguir esto deberemos acudir a un centro especializado.