Características de la piel sensible o sensibilizada
Los síntomas de la piel sensible o sensibilizada son los mismos, aunque el origen de estos síntomas sea diferente. Es fácil saber si estamos ante este tipo de piel, ya que observaremos lo siguiente:
Sensación de tirantez, que puede indicar deshidratación y favorecer la reacción de la piel ante los cosméticos.
Rojeces y manchas. Los capilares de la piel son más reactivos e incluso podemos estar ante una piel con rosácea.
Descamación en la piel, es especial en frente y mejillas.Esto indica que la piel está deshidratada y que la barrera natural está deteriorada.
Enrojecimiento, picor o sensación de ardor, también relacionado con capilares demasiado reactivos.
Erupciones y granitos en la piel, que no deben confundirse con brotes de acné.
Diferencias entre piel sensible y sensibilizada
¿Si los síntomas son los mismos, cuáles son las diferencias entre estos dos tipos de piel? La diferencia fundamental es que la piel sensible es una condición genética, con la que nacemos. Sin embargo, la piel sensibilizada es una trastorno puntual y reversible a causa de algún factor externo o interno.
La piel sensible se caracteriza por tener una barrera protectora natural débil, que deja pasar las bacterias, sustancias irritantes o alérgenos. Éstos producen una reacción en la piel, que se traduce en rojeces, picor o escozor. Este tipo de piel es muy delicada, suele tener poca cantidad de pigmento, una epidermis fina y los capilares visibles y cerca de la superficie. Además, pueden aparecer enfermedades de la piel como el eccema, la psoriasis o la rosácea.
La piel sensibilizada, sin embargo, se enrojece o reacciona por algún estímulo que, aunque puede ser externo o interno, no responde a una condición genética. Es decir, se trata de una piel normal que bajo un determinado factor se comporta como una piel sensible. Entre los factores externos más frecuentes se encuentran la contaminación ambiental, el alcohol, el tabaco, la comida picante, las temperaturas extremas o el agua caliente. También puede reaccionar a algunos ingredientes cosméticos, como los perfumes, los colorantes artificiales o el alcohol. Además, el estrés, tanto físico como emocional, puede producir reacción en la piel.
Cuando la piel está sensibilizada, la barrera protectora natural se encuentra comprometida, por lo que no puede defenderse correctamente de las agresiones externas. La buena noticia es que, con un cuidado adecuado, la piel puede volver a la normalidad.
Tratamientos más adecuados para la piel sensible
En primer lugar, lo que debemos hacer para tratar tanto la piel sensible como sensibilizada es, lógicamente, eliminar las causas de la irritación de la piel. Después, el objetivo es reforzar la barrera lipídica de la piel para que funcione correctamente y nos proteja de las agresiones externas.
En este sentido, debemos tener mucho cuidado con la sobre-exfoliación de la piel (no te pierdas nuestra guía sobre ácidos para aplicarlos correctamente). Mientras nuestra piel se encuentre enrojecida, con sarpullidos o escozor, no debemos exfoliarla.
Limpieza facial
Para limpiar el rostro, lo mejor es utilizar un aceite o bálsamo que evite deshidratar a un más la piel. En este sentido, el aceite limpiador de Klairs Gentle Black Cleansing Oil es uno de nuestro favoritos. A base de aceites de semillas negras, elimina el maquillaje y la suciedad de la piel sin resecarla. Si te gustan más los formatos tipo bálsamo, Moringa Cleansing Balm de E Nature es suave y respetuoso con la piel más sensible, ¡y además huele de maravilla!
Serum
A continuación, podemos utilizar un serum o un aceite que nos ayude a reparar la barrera de la piel. Aquí podemos elegir entre varias opciones, siempre que no contengan ingredientes irritantes. Por ejemplo, el serum de Benton Snail Bee Ultimate Serum, es ideal tanto para calmar la piel como para tratar los signos de la edad. Otra opción a tener en cuenta es el serum a base de regaliz IT´S SKIN Power 10 Formula LI Effector, que con una sencilla pero eficaz formulación ayuda a combatir rojeces.
Crema hidratante
Para sellar la hidratación en la piel y protegerla de los agresores externos, necesitamos una crema hidratante adecuada. Aunque la mayoría de las cremas de cosmética coreana tienen propiedades calmantes en la piel, nos gustaría destacar dos. Por un lado, KLAIRS Rich Moist Soothing Cream es una crema hidratante especialmente formulada para la piel sensible y con rojeces. Hidrata en profundidad y evita la pérdida de agua en la piel seca. Además, A´PIEU Madecassoside Cream es una crema a base de centella asiática, un auténtico super ingrediente muy recomendado en piel sensible y con acné (hablamos de él aquí)
Protección solar
Por último, durante el día es obligatorio el uso de protección solar, ya que los rayos solares agravan los problemas de sensibilidad en la piel. Dos buenas opciones son A´PIEU Madecassoside Sun Cream SPF39, a base de centella asiática y MISSHA Near Skin Dustless Defence Sunblock SPF 50+, especialmente formulada para proteger la piel de la contaminación.
En resumen, tanto la piel sensible como la piel sensibilizada necesitan unos cuidados suaves y tendentes a recuperar la barrera de protección natural de la piel. Se deben evitar las exfoliaciones agresivas cuando no tenemos la piel en buen estado y algunos ingredientes irritantes como el alcohol o los perfumes. Para ello, una rutina de cuidado con cosmética coreana enfocada a piel sensible nos ayudará a recuperar la salud de nuestra piel.
Fuente: este post proviene de Cosmética Coreana con Blueberry Cosmetics, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: