Y en la revistita del supermercado salió esta receta riquísima de una tarta ¡que lo tiene todo!
Creo que el cuerpo me pide comer morado por alguna vitamina que me debe estar faltando, hay que seguir nuestra intuición y comer lo que nos apetezca.
Esta tarta satisface mucho, cené una porción con hojas verdes y me encantó.
Por si alguna se anima, aquí les paso la receta, no es difícil – si lo intentan, ¡dejen comentarios!
Calentar el horno a 190 ºC, poner la masa en la tartera (sí, no la amasé, compramos el disco ya hecho).
Picar 1 cebolla y cortar más o menos 1/2 kilo de col morada en trocitos, saltar en 2 cucharadas de aceite de oliva por unos minutos.
Agregarle 1 cucharada de vinagre, 2 cucharadas de azucar, y 50 ml de agua. Cuando hierva bajar el fuego, tapar y dejar cocer por 10 minutos.
Pelar 1 manzana, descarozar y cortar en cubitos, agregar a la col junto con 2 cucharadas de pasas de uva y dejar cocer por 5 minutos más.
Batir 4 huevos, agregarles 200ml de crema, salpimentar.
Llenar la masa de tarta con la mezcla de col, echarle por encima 125 gramos de queso de cabra desmigajado, repartirle por encima 3 cucharadas de nueces en trocitos, y rociar con la mezcla de huevos y crema.
Va 20 minutos al horno.
Como verán, lleva de todo: huevos, crema, nueces, pasas de uva, ingredientes que durante años me habría prohibido. Sin embargo, también manzana, cebolla, col en cantidad, que nadie puede discutir son ingredientes sanísimos.
Porque al final, mientras sea hecho en casa y con ingredientes de calidad, lo importante es que disfrutemos, comamos despacio, y mastiquemos bien.
¿Dieta, yo? ¡Nunca más! ¿Y vos?