Este tipo de alimentación se supone más ventajosa para el organismo, pero no todos los expertos están de acuerdo con ello.
Los alimentos ecológicos, biológicos u orgánicos son aquellos producidos de manera tradicional, sin pesticidas, ni herbicidas, ni aditivos, ni hormonas… Se rechazan las semillas tratadas genéticamente o transgénicas, la explotación intensiva del ganado, su alimentación con urea o sustancias químicas y se intenta mantener un sistema de producción agrícola y ganadero respetuoso con el medio ambiente y la salud de los trabajadores.
El uso de aditivos en la alimentación industrial además de disminuir su sabor natural pueden causar a largo plazo graves problemas de salud al consumidor según los expertos. Desde el año 2006, en España solo pueden etiquetarse como alimentos “bio” los que realmente cumplen unos criterios ecológicos en toda su cadena de producción.
Muchos expertos aseguran las bondades de estos alimentos frente a los producidos "en serie". En palabras de Alfredo González de Suerte Ampanera, para el diario de Biocultura, “es más sana la alimentación que proviene de ganadería ecológica por, entre otras cosas, el sistema preventivo de enfermedades, lo que garantiza alimentos libres de productos químicos y medicamentos”.
mache bio, bloggyboulga
Sin embargo, no hay acuerdo al respecto y hay teorías para todos los gustos. Por ejemplo, un estudio de 2007, encontró que la fruta y verdura ecológica contienen un 40% más de antioxidantes y en la leche del ganado ecológico era hasta de un 90% más alto que en la leche proveniente del ganado convencional.
Otro estudio norteamericano afirma que los tomates ecológicos tienen unos niveles de los flavonoides quercetina y kaempferol entre un 79 y un 97% superiores a los cultivados de forma intensiva.
En cambio, una investigación de la FSA británica (Food Standards Agency) concluye que el 98% de los alimentos que consumimos, producidos bajo técnicas agrarias tecnológicamente avanzadas son igual de nutritivos y sanos que el 2% de los generados por la agricultura ecológica.
Parece que faltan estudios concluyentes, y que la mayoría de ellos no llegan al consumidor, quedándose en los canales científicos. Pero yo desde luego apuesto por una alimentación lo más sana posible.
