Un look algo más llamativo
Probablemente todos en algún momento nos hemos enfrentado a la disyuntiva de tener que elegir entre un estilo más sobrio o un look algo más llamativo. Obviamente, esta última opción conlleva muchos más riesgos que la primera. Pero hoy no vamos a hablar de si deberías optar por la sobriedad o por lo llamativo, no. Eso será cosa tuya, o al menos un aspecto del que hablar en otro artículo. Simplemente nos vamos a centrar en ese momento en el que te decidas por la segunda opción, un momento que llegará, o ya ha llegado.
Sabías que esa camisa, esa corbata, esa pajarita, o ese chaleco, podía ser una completa horterada. Cuando lo compraste lo sabías. Pero algo dentro de ti te decía que te gustaba, que era lo que estabas buscando, y que tenía exactamente esos detalles detrás de los que andabas. Lo compraste y lo pagaste en la caja, todo convencido de que tu elección era la mejor.
Pero llegado el día de estrenar tu look, te enfrentas a las miradas de los que tienes delante. Miradas que en muchas ocasiones se centran en ese elemento que has adquirido y que creías que iba a quedar tan bien y que ahora empieza a generarte dudas. Es posible que incluso alguien de confianza se acerque a ti y exprese abiertamente su opinión sobre esa prensa: Es una horterada. Y sí, en no mucho tiempo has pasado de creer que llevabas algo que era tremendamente original y cool a llevar algo que ahora parece dejarte en ridículo.
Sin embargo, tan errónea era tu percepción inicial, como lo es tu percepción actual. No era lo más cool cuando decidiste comprar, ni es lo más ridículo ahora que lo llevas puesto. Y es que en realidad, nada es nada cuando lo tienes delante, solo lo es cuando lo llevas puesto. Y sea lo que sea, dependerá más de cómo te sientas con ello, que de lo que aparente ser. Tu actitud ante tu forma de vestir podría incluso ser determinante en la forma en la que los demás podrían ver ese chaleco, esa corbata, o esa pajarita que llevas.
La actitud es lo que cuenta
Una actitud dubitativa, e insegura, transmitirá precisamente eso a la persona que tienes enfrente. Si te sientes inseguro ante tu forma de vestir, tu lenguaje corporal así lo dará a entender. Esto será algo totalmente perceptible por las personas con las que hables, que podrán llegar a conclusiones sobre tu forma de vestir solo por tu actitud.
El pisacorbatas nunca pasará de moda, eso es algo que está claro. Habrá épocas en las que se lleve más y en las que se lleve menos. Pero lo más curioso, al caso, es que en esta última época de uso del pisacorbatas, se ha popularizado el uso del mismo en una ubicación más alta que en la época anterior. Una ubicación que, desde cierto punto de vista, podría parecer menos elegante. Pero desde luego, nadie se atrevería a decirle esto a Robert Downey Jr. cuando lo tuviera delante: Eh Robert, el pisacorbatas alto es una horterada, ¿en serio?
Y no es una cuestión de que los famosos tengan más dinero para elegir la ropa que mejor queda. Sí, es cierto que tiene acceso a estilistas que pueden diseñarles incluso los looks con los que vestir. Pero lo que realmente importa es que nosotros damos por hecho que, por la seguridad en su porte, lo que llevan es elegante, lo que llevan es tendencia.
Y eso mismo es lo que tienes que hacer tú cuando hayas elegido un look algo más llamativo. Convéncete de que es elegante, de que es tendencia. Si así lo haces, el que tienes delante siempre podrá pensar que, en efecto, sabes vestir mejor que él. Aun cuando dieras con alguien que se sintiera muy seguro de sí mismo a la hora de vestir, es probable que pensara simplemente que tienes un gusto diferente. Incluso cuando el que tienes delante piense que eres una hortera, seguirá siendo más interesante para ti aparentar estar convencido de la elegancia de tu look.
Claro está, esto no justifica en ningún caso que puedas prescindir del estilo y del buen gusto a la hora de vestir. Ya te hemos dado mil y un ejemplos en El Último Gentleman para que puedas ir tomando nota a la hora de elegir tu próximo conjunto. Pero una vez llegues a la puesta en escena, no es el momento de plantearte si vistes elegante o no, es el momento de creer que si lo llevas, es cool.
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