Previendo que se acababa el verano, me dio por comprar algunas prendas de ropa para el otoño; sin embargo, no sé en tu ciudad, pero aquí no terminan de llegar las temperaturas más bajas, y aquí sigo, a 17 de octubre y en manga corta.
El principio del otoño es como el principio de la primavera: es esa temporada extraña en la que ves a gente que todavía va de verano, y gente que, a la mínima que sopla un poquito de brisa, ya saca una gabardina. Es de locos.
Para más inri, vivo en una ciudad costera -cota cero- en la que un macizo montañoso, El Garraf, crea una especie de microclima de temperaturas muy suaves; así que de momento no hace frío ni queriendo. Ni frío, ni lluvia, ni nada de nada, por lo menos de momento.
Por ese motivo me resulta bastante chocante ver ya los puestos de castañas. ¿Comer castañas con este calor? Uf… creo que no. Y a este ritmo, llegaremos a la fiesta de la castañeda (o de Halloween) comiendo helados, y no boniatos y castañas asadas, que te lo digo yo.
En fin, por si algún día bajan las temperaturas, quiero enseñarte algo de ropa para el otoño que he comprado, y algunas posibilidades de outits para combinar. Pero insisto: visto lo visto, tardaré en darle salida a estos vestidos.
Aunque ahora que lo pienso… esta noche tengo una cena, y como no son muy gruesos, igual me pongo uno.
Los dos vestidos son el mismo modelo, el Víbora [no quiero comentarios jocosos, gracias, ¡jajajaja!]. Uno es totalmente en negro, y el otro es negro con un estampado floral -aunque en la web dice que es color Caza. Mira, yo lo sigo viendo negro.
Son dos vestidos con cierre de lágrima en la espalda, con el cuello redondo, manga larga y de corte recto.
Los dos vestidos están confeccionados en viscosa 100%. Sí, me gusta comprar vestidos de tejidos poco prácticos que se tienen que lavar a mano, sin retorcer, tender extendidos y planchar a baja temperatura. ¡Pero son taaaan bonitos!
En cuanto a cómo combinarlos, se me había ocurrido buscar una medias tupidas (creo que, siendo noche, tampoco pasaría demasiado calor) y con unos botines como éstos, de la marca Dream in Green, para darle un toquecillo más macara al look; los he descubierto hace poco en Spartoo, y me ha llamado mucho la atención esta marca.
Y a juego, un bolso, ¿no? Me encantan los bolsos Desigual -aunque todavía no tengo ninguno-. Éste me ha gustado especialmente porque es un bolsón grandes, como me gustan a mí y, a diferencia de lo que suele ser habitual en los bolsos de esta firma, es totalmente negro.
Ésta es una de las combinaciones que se me ocurre como propuesta de ropa para el otoño, si tienes suerte y en tu zona ya han bajado las temperaturas, claro. Porque, tal y como te digo, a menos que me la ponga de noche, no veo posibilidad de ponerme, de momento, unos vestidos tan cerrados. Porque, aunque sean finos, todavía no apetece mucho ponerse manga larga, la verdad.
Por cierto, recuerda que estoy participando en los Premios Bitácoras, en la categoría de Mejor Blog de Moda y Belleza. Si te gusta este blog, puedes votarme desde este enlace. Yo te lo agradezco por adelantado.
Feliz fin de semana.
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