Y es que, aunque es cierto que las pieles grasas tienden a envejecer más tarde y a presentar un menor número de arrugas que los cutis secos, cuidar este tipo de tez a diario es vital para impedir que los granos y espinillas estropeen su aspecto.
Es aquí donde entran en juego los remedios caseros para la piel grasa, unas recetas que, combinadas con la ingesta de dos litros de agua al día, la práctica de ejercicio físico y una dieta libre de grasas saturadas te ayudarán a lucir un cutis precioso.
Ingredientes
Un tomate
Una cucharadita de miel
Una cucharada de agua
Un disco de algodón
Pasos a seguir
Corta el tomate por la mitad con la ayuda de un cuchillo.
Hecho esto, podrás extraer el jugo que guarda en su interior.
Vierte el zumo de tomate dentro de un recipiente y agrégale el agua.
Con esta sencilla acción reducirás la acidez del tomate, la cual puede traer consigo la aparición de rojeces e irritaciones en los cutis más sensibles.
Mezcla la miel con el jugo de tomate y remueve los ingredientes hasta formar una especie de mascarilla.
Extiende el producto sobre el rostro limpio utilizando el disco de algodón y evitando cubrir la piel que rodea los ojos y los labios.
Deja que el compuesto actúe durante 15 minutos.
Finalmente, retíralo enjuagándolo con abundante agua templada y aplica tu crema hidratante habitual. Recuerda escoger un producto oil free (libre de aceites) para controlar el exceso de sebo.
Los remedios caseros para la piel grasa elaborados con tomate son fantásticos para acabar con la abundancia de sebo propia de este tipo de cutis, así como para eliminar los granos y puntos negros debido a sus altas dosis de vitamina C y a sus propiedades astringentes, las cuales también están muy presentes en la miel.
Pon en práctica este truco de belleza casero 2 veces a la semana si quieres olvidarte de las impurezas.
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