Para medir el pH podemos usar un aparato llamado peachímetro, o las tiras indicadoras. El pH de la piel es ácido y como media es de 5,5, es decir, un ácido débil. Los cosméticos, por tanto, deberán formularse con un pH que no varíe mucho del pH de la piel para no irritarla. En la tabla siguiente puedes ver el pH aproximado de algunos cosméticos: Fig. 3.7. Peachímetro (a); y tiras indicadoras de pH (b).
pH
Cosméticos
5-7
Acido débil
Cremas y lociones
6-9
Neutro
Champú y gel de baño
8-11
Alcalino
Jabón
+12
Alcalino fuerte
Cremas depilatorias
Si lavamos la piel con jabón, que tiene un pH ligeramente alcalino, y luego aclaramos, podríamos pensar que el pH de la piel ha aumentado, es decir, que al contacto con el jabón se ha vuelto algo alcalina. Pero si medimos el pH con un peachímetro veremos que prácticamente no ha cambiado. Esto es debido a que el pH de la piel depende del ácido láctico que se encuentra en el sudor, y de una de sus sales, un lactato. Esta combinación ácido/sal de ácido actúa como una disolución reguladora del pH que lo mantiene constante. Por ello se dice que la piel tiene una capacidad reguladora o buffer.
La piel, por tanto, posee una especie de manto ácido que la protege de la entrada de algunas sustancias químicas y de microorganismos que sí serían capaces de proliferar en otras condiciones de pH.