Reconozcámoslo, a todos nos llama la atención eso de la meditación, el mindfulness, la capacidad de ser conscientes de lo que nos rodea y el beneficio de esas técnicas de relajación, pero no a todos se nos da bien eso de poner la mente en blanco un rato. Un rato ni un minuto, a veces. Pero el otro día leí sobre una técnica que me pareció buenísima para conseguirlo, así que la voy a compartir con vosotros.
He intentado lo de la meditación muchas veces. No solo porque sé lo beneficiosa que es para la salud mental y también la física, sino porque va mucho con mi forma de ser. Independientemente de que soy una persona positiva y tranquila por naturaleza, también es verdad que tengo una mente muy inquieta y que suele ir a mil por hora aunque externamente no lo parezca, por eso me viene bien poner en práctica técnicas para relajarla cuando lo necesito.
Hay muchas maneras de hacer meditación (en internet podemos encontrar cientos), y también bastantes apps para guiarnos. Yo tengo la de Siente y me gusta mucho porque son sesiones cortas, sencillas, fáciles de seguir y benevolentes en el sentido de que no te exigen que llegues a la meditación transcendente, sino que seas capaz de reconocer cuándo tu mente se ha ido de la práctica y sin juzgarte por ello vuelvas a ponerte en situación.
Por otro lado, tenemos el mindfulness, que es una parte de la meditación. Básicamente, consiste en ser conscientes de lo que nos rodea, lo que estamos experimentando o sintiendo en cada momento. Y es muy bueno también para relajar la mente y disfrutar más de las cosas, pero lamentablemente no siempre lo ponemos en práctica. ¿Verdad que muchas cosas de vuestro día a día llegáis a hacerlas en modo piloto automático? ¿No os ha pasado que habéis hecho algo y hasta que no habéis terminado no habéis sido consicientes de hacerlo? Puede ser comer algo, ir de un punto A a un punto B en coche, hacer alguna tarea... Bueno, pues el mindfulness también se trabaja y se entrena, y es una manera de meditar. Por ejemplo, la próxima vez que comáis algo, poned toda vuestra atención en las sensaciones que tengáis: a qué huele, cómo es su textura, cuál es su sabor... No solo disfrutaréis más de lo que estéis comiendo en sí, sino que será una manera de relajar vuestra mente al poner toda vuestra atención en esa experiencia.
El otro día leyendo el blog de Love... Maegan ella contaba que hay otra técnica para poner en práctica el mindfulness y relajar nuestra mente o bajar nuestra ansiedad en momentos en que lo necesitemos. Se llama Juego de los Nombres (aunque yo la he llamado 3, 2, 1 porque me resulta más fácil acordarme así) y consiste en lo siguiente:
Nombra tres cosas que estés escuchando en este momento. Tres sonidos que escuches a tu alrededor ahora mismo.
Nombra dos cosas que estés viendo.
Nombra una cosa que estés sintiendo: el tacto de una bufanda, la silla sobre la que estás sentado, el calor o frío en tu piel...Poner tu mente a identificar esas cosas hará que al menos por un momento la centres en eso, olvidándote de lo que te preocupa o te tiene nervioso.
Así que, la próxima vez que os encontréis en una situación de estrés o queráis empezar a practicar la meditación y el mindfulness, poned en práctica esta técnica y me contás qué tal. Estoy segura de que os va a venir genial.
¿Practicáis la meditación de alguna manera? ¿Usáis alguna app?
Fuente: este post proviene de Fitness & Chicness, donde puedes consultar el contenido original.
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