En otoño, ya sabemos, se cae la hoja… Y el pelo. Perder de 50 a 100 cabellos al día es lo normal, pero hay estudios que demuestran que esta caída es más elevada después del verano.
La naturaleza es muy sabia y es posible que esta caída estacional se deba a que nuestro cuerpo no quiera deshacerse del cabello protector en pleno verano porque nos aísla de los dañinos rayos del sol. Del mismo modo, en invierno, el pelo nos ‘abriga’. Es lógico entonces que sea en los meses de octubre y noviembre, cuando se necesite hacer una muda capilar, para eliminar el cabello en mal estado que el verano ha dejado, y a la vez provocar una renovación (que puede potenciarse con nuestra ayuda) para que un nuevo pelo más fuerte y sano sea el encargado de protegernos durante los meses más fríos.
Pero más allá de la caída estacional, el ritmo de vida, los desequilibrios nutricionales, el estrés… pueden generar una mayor pérdida capilar. Existen múltiples causas que producen la caída del cabello, calvicie o alopecia, y en algunas de ellas la homeopatía es de gran ayuda, ya que actúa sobre el fondo del problema y activa la autoregulación del propio organismo, llegando a detener la pérdida excesiva de pelo.
Una dieta carente de nutrientes esenciales, o problemas de tiroides, infecciones, estrés, anemia, exceso de cosméticos, etc., son factores que favorecen la alopecia o caída capilar, que también está muy asociada a la etapa de gestación y a la menopausia.
La pérdida de cabello, difusa o severa, supone un trauma, llegando a ser un problema severo que afecta a la autoconfianza de quien la padece, hombre o mujer, influyendo en su poder de seducción, llegando a convertirse en una obsesión. Lo más adecuado es acudir a un profesional de la homeopatía que sea capaz de recomendar el tratamiento más adecuado.
¿Cómo frenar la caída? ¿Cómo conseguir una melena más densa? Sin duda, el especialista aportará una respuesta eficaz, diferente, capaz de detener la caída y también de estimular el crecimiento con una alta cosmeticidad.
Cuando se produce una pérdida superior a las 150 fibras capilares, lo más probable es que el pelo esté débil. Es fácil saber cuándo nos encontramos con este problema, simplemente mirando el cepillo, claro indicador de la calidad y cantidad de cabello perdido diariamente. Para analizar por qué el pelo se rompe y se cae, hay que analizar toda su estructura: desde la raíz a las puntas, y desde la superficie hasta el núcleo.