Usaremos dos ingredientes muy básicos, la almendra natural y el yogur natural.
Con la almendra vamos a conseguir la nutrición, y evitar la pérdida de agua y gracias a su vitamina E, le daremos brillo a nuestra piel.
El yogur, lleva acido láctico, que nos aclara un poquito el tono de la piel y nos ayuda a hacer una breve exfoliación que nos dará mayor luminosidad y un acabado perfecto.
Primero haremos un desmaquillado de la piel, como lo solemos hacer cada día en nuestra rutina diaria, para poder recibir el tratamiento y que los efectos sean mas evidentes.
En un mortero añadiremos 10 almendras y las machacaremos hasta obtener un polvo medio.
Añadiremos el medio yogur, intentando que sea a partes iguales.
Y removeremos bien.
Podemos aplicar con un pincel o una espátula, dependiendo de la textura que nos haya quedado.
Repartiremos por todo el rostro respetando la cuenca de los ojos.
Podemos aplicar también por el cuello y escote y por las manos, ya que también tiene un efecto antienvejecimiento.
Dejaremos actuar 10 minutos.
Aprovecharemos este tiempo para relajarnos y desconectar de todos los problemas y jaleos de nuestra vida diaria.
La retiraremos con una esponja húmeda, y ya veremos el efecto inmediatamente, sobre todo el cambio de color de nuestra piel.
Ahora sólo tenemos que pasar el tónico que solamos usar cada día, y nuestro rostro estará impecable. Yo no suelo ponerme crema después de la aplicación de la mascarilla, pero lo dejo a vuestra elección.
Es una buena forma de prepararos para la rutina diaria. Regálate 10 minutos y tu piel te lo agradecerá.
BUENA SEMANA