¿Sabes qué colores, bases y productos de color se llevan bien con tu rostro cumplidos los…? Las tendencias de maquillaje vienen y van, pero la obsesión por estar guapas permanece aunque pasen los años. Y es tan fácil conseguirlo cómo tener en cuenta cómo sacar partido a tus facciones en función de si tienes 20, 30, 40, 50 años o más.
MIRA POR TU PIEL
A los 20 años lo más importante a tener en cuenta es tu tipo de cutis para no arruinarlo antes de tiempo. Y usar sólo los productos justos y necesarios adaptados a tu tipo de piel. Estudia tu fisonomía y mira qué es lo que más te gusta de ella y qué parte quieres enfatizar. En esta década hay que perseguir una cara de ángel, redondear los pomulos y apostar por colores florales y frutales: rosas, fresas y cerezas son ideales para conseguir este efecto.
A LOS 30, SOLUCIONAR IMPERFECCIONES
La mejor forma de lucir perfecta es preparar bien la piel. Recurre a una buena exfoliación, sigue con una superhidratación y utiliza una base de maquillaje adaptada a tus necesidades (si vas a estar muchas horas impecable, si ya tienes un toque bronceado, etc.). Utiliza siempre maquillajes mates y semimates. Un toque de corrector en la esquina del ojo y bajo la ceja dará un aire más fresco y jugoso a tu aspecto. Ilumina también pómulos y barbilla.
Huye de los colores demasiado oscuros, avejentan, y de una excesiva cantidad de máscara, empequeñece los ojos. Para los labios es ideal usar tonos rosados o mudé y encima un poco de gloss.
A LOS 40, MITIGAR LAS ARRUGAS MARCADAS Y FALTA DE TONO
Es hora de prestar atención a las ojeras y a la luminosidad general del rostro. Es clave el uso del corrector en el contorno del ojo, en un tono siempre inferior al natural y si queremos mejorar el aspecto añadir algo de luz adicional con una barra o polvo iluminador, según la textura que se prefiera.
Para un rostro perfecto necesitamos un producto que nos dé cobertura e hidratación, insistiendo en la aplicación sobre las mejillas que necesita mayor cobertura. Con cuarenta estás en la mejor edad, pero procura no resaltar a la vez los ojos y la boca. Enfatiza mejor ésta y deja los ojos muy maquillados para cuando cumplas 50.
Para jugar con el color, sombras de tonos intermedios marrones, azules y grises ayudarán a crear un look natural. Labiales hidratantes con cobertura garantizan un labio con bastante cuerpo. También funcionan los productos que dan un tono saludable de piel (un poco de polvo bronceador sobre las mejillas y sienes); ayudan a resaltar la estructura ósea. Juega con el rubor: tonos rosados, rojizos marrones… Aplica el colorete sin acercar demasiado a la nariz, y de forma ascendente hacia las sienes.
CC Colour Corrector de Max Factor, 8,99 ???. Múltiple Anguilla (rosa jengibre de Nars, 41 ???.
Color Icon Bronzer de Wet n wild, 4,99 ???. All about eyeshadow nude de Essence, 1,99 ???.
Recuerda: a partir de los 40 años hay que buscar la luminosidad, disimular las ojeras y usar un fondo de maquillaje más claro. Para los labios: colores cubrientes que den cuerpo y volumen. Los ojos también se maquillan, pero más naturales.
A LOS 50, OCULTAR SIGNOS DE LA EDAD
Independientemente del color de piel se deben buscar tonos neutros, dentro de la gama de colores tierra que dan una apariencia muy natural. Debemos usar una base hidratante ligera muy fluida, que cubra bastante para equilibrar el tono y corregir imperfecciones. Un colorete suave efecto sol o algo de rosa en el centro de las mejillas da un aspecto saludable. En cuanto a los labios, es mejor usar tonos naturales con las texturas más hidratantes y cremosas.
El delineador de ojos borra ópticamente las arruguitas y rejuvenece la mirada. Sombras muy ligeras y un toque de máscara. El fondo mejor con tratamiento para minimizar arrugas y manchas, y con efecto tensor. Hay que tener siempre a mano un corrector de ojeras y un iluminador. Los polvos sueltos evitarán brillo, pero mejor no abusar, para evitar que se marque las arrugas.
Evita los colores fuertes y los maquillajes compactos así como los productos com partículas irisadas. A partir de los 50 la piel pierde elasticidad, lo que afecta a zonas como el párpado, que cae y entristece la expresión. Para mejorarlo, nada como un buen diseño de cejas. El efecto óptico que produce es rejuvenecedor y amplifica la mirada.
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