cualquier duda que tengais no dudeis en preguntarme,estare encantada de responderles.
un beso enorme a todos y todas y que paseis una buena noche!!!!!!
La manera de realizar tu técnica de limado puede significar la diferencia entre unas uñas que estén bien y las que son sensacionales. Cómo limas y das forma a una uña es igual de importante que la habilidad que tengas a la hora de esculpir una uña de acrílico o gel. A día de hoy existen en el mercado infinidad de limas profesionales de todos los estilos, formas, colores, tamaños y durezas, así que tienes que ser tú la que elijas la mejor para cada manicura y tipo de uña.
Grano/Grit
Los fabricantes de limas diseñan sus productos dependiendo del uso que se les vaya a dar a lo largo de un servicio de manicura. La característica principal que distingue unas limas de otras es su dureza, grano o, en inglés, grit. Un número alto de grit significa que está compuesta por granos más pequeños por lo que el limado es más suave y resulta menos abrasivo con las uñas. Por otro lado, un número bajo de grit indica que el grano es más grueso y el limado menos fino. A continuación te ofrecemos una pequeña guía para saber qué lima utilizar en cada paso de un servicio de manicura:
Preparación: De 100 a 180 de grano (muy grueso- grosor medio)
Acortar: De 80 a 100 de grano (extra grueso grosor medio)
Dar forma: De 100 a 180 de grano (muy grueso-grosor medio)
Pulir: De 180 a 240 de grano (grosor mediomedio)
Acabado: De 600 a 4.000 de grano medio fino-fino)
Brillo: 12.000 de grano (grano extrafino)
Técnica de limado
La forma de coger la lima y los movimientos que realizas alrededor de la uña, son determinantes para evitar sufrir el síndrome del túnel carpiano o tendinitis en la muñeca, por eso es fundamental no cometer errores posicionales. Procura no mover la muñeca y mantenla recta, realizando el movimiento de limar desde el codo y el hombro con precisión. Una técnica de limar sistemática y armoniosa no sólo te evitará fastidiosos problemas físicos, sino que además te ahorrará tiempo y te permitirá organizarte mejor. El trabajo debe realizarse paso a paso, primero acorta todas las uñas de una mano para a continuación modelarla y definirla. No vayas cambiando de una lima a otra con cada uña. Comienza y termina siempre en el mismo punto y repite los mismos movimientos, para obtener un resultado uniforme y armonioso en todas las uñas. Hasta el ángulo que forma tu mano al sostener la lima puede determinar el resultado final. Acostúmbrate a mirar la mano del cliente, y sus uñas, desde varias perspectivas, esto te ayudará a descubrir posibles irregularidades que se pueden corregir en este punto del proceso. Limar requiere un sistema de trabajo metódico, siempre concentrado en la mano. Realizando este ejercicio de forma constante conseguirás, con tiempo, tu método particular de trabajo y lo harás sin darte cuenta y sin necesidad de emplear tanta concentración, por lo que podrás conversar también con tu cliente a la vez que estás limando las uñas. El resultado que obtendrás con constancia y método será brillante y muy bien valorado por tus clientes, que comprobarán su calidad en unas bonitas uñas.
¿Cómo limar uñas naturales?
En primer lugar elige una lima de grano alto (200 o más de grit). Para limar uñas naturales también puedes utilizar una lima de cristal. Muchas son las profesionales que se muestran partidarias de este tipo de limas porque son cuidadosas con las uñas, fáciles de limpiar y desinfectar, y nunca se gastan. Ambos tipos de limas garantizan el sellado del borde de la uña natural y previenen que se cuarteen. Siguiendo el método tradicional de limado, éste se debe realizar desde una esquina hasta el centro y siempre en la misma dirección. Antes, para llevarlo a cabo utilizaban limas de 80-100 de grano y cuando lo hacían de esta manera (o incluso podríamos decir serraban sus uñas), rompían las capas y los bordes libres. Con las limas de cristal o las limas de más alto grano, puedes desechar esta técnica y estar tranquila limando en la dirección que prefieras. Las limas pasadas de moda no tienen cabida en el mundo profesional. Con un bloque para pulir puedes sacarle brillo a las uñas naturales, pero ten cuidado de no quemar al cliente con la fricción. Este proceso de abrillantado no debe realizarse con demasiada fuerza ni mucha frecuencia porque se puede llegar a desgastar el plato ungueal. Puedes detectarlo cuando veas que después del pulido, el lecho de la uña toma un color rosa brillante.
¿Cómo limar uñas acrílicas?
Para conseguir un bonito resultado elige una lima que esté un poco acolchada para controlarla mejor. Recuerda que antes de comenzar a limar debes siempre preparar la lima frotándola con el bode de otra vieja para evitar cortes. En uñas acrílicas utiliza una lima fuerte, que no se doble con facilidad y que te permitirá crear bonitos lados rectos y bordes perfectos. Los técnicos especializados recomiendan una lima ancha, rectangular, tipo zebra de 180 de grano. Te ahorrarás mucho tiempo si cubres la mayor parte de la uña en cada pasada y además obtendrás una uña con un limado muy uniforme. Recuerda que el limado de una uña artificial no debe durar más de 15 ó 20 minutos. Aunque tu técnica de aplicación no sea del todo perfecta, el trabajo de limado te servirá para mejorar el trabajo final. Para conseguir una superficie lisa es necesario que sustituyas la lima por otra de menor abrasión, ya que el grano grueso puede rayar la superficie. Como comprobarás con el tiempo, cuanto más experiencia adquieras menor será la necesidad de sustituir varias veces la lima durante el trabajo.
Paso a Paso
Paso 1:
Utilizando una lima medio gruesa,100- 150 de grano, lima las puntas y los lados de todas las uñas. Cuando limes los bordes asegúrate de que lo haces con la lima en paralelo a la uña. Empuja hacia atrás la piel de los lados manteniendo la lima recta y continúa con los movimientos en vertical de forma precisa. Para dejar la punta cuadrada mantén la lima en posición horizontal y recta, con el pulso firme. Si quieres obtener una punta redondeada u oval, coloca la lima en ángulo por debajo del borde libre de la uña y lima las esquinas. Para limar los bordes laterales continúa manteniendo la lima recta. Para obtener una línea pulida y bien definida coloca la lima exactamente en el punto en el que el borde libre de la uña deja de estar pegado al lecho de la uña y así lograrás un limpio, liso y recto borde. No hagas ángulo con la lima porque te podrás enganchar en el lado.
Paso 2:
Con una lima ancha, tipo zebra, de 180 de grit lima la superficie de cada una de las uñas. Recuerda empezar y parar siempre en el mismo punto y se muy cuidadosa con la zona de la cutícula. No pongas mucho producto, porque a la hora de limar por esta delicada parte podrías dañar la uña natural. Con la uña mirando directamente de frente a ti, elimina las posibles irregularidades comenzando desde atrás. La lima debe estar también en el mismo sentido: hacia ti.
Antes de pasar a la siguiente fase, observa atentamente la uña desde varias perspectivas y asegúrate de haber creado una curvatura bonita (curva de C) que parte de la cutícula ascendiendo en una suave pendiente hasta el punto de stress (el más alto) y desciende de nuevo hasta el borde libre de la uña. Comprueba también que todas las uñas tienen el mismo largo: toma las dos manos de la cliente y ponlas una al lado de la otra, igualando en altura las cutículas para comprobar dónde se encuentra el borde libre. Por último, observa el resultado desde la perspectiva de la cliente y asegúrate de que cada una de las uñas tenga una forma armoniosa y regular.
Paso 3:
Si estás utilizando un gel sellante, espolvorea las uñas minuciosamente, aplica el sellante y déjalo secar. Si estás puliendo la uña para sacarle brillo, utiliza un pulidor de 240 de grano y asegúrate de pasarlo por toda la superficie de la uña. Algunos técnicos, en este punto, aplican aceites específicos antes de pulir. Completa el tratamiento con un aceite para cutículas realizando un suave masaje sobre esta zona y lavando la mano de la cliente antes de darle la última mano de brillo.
¿Cómo limar uñas de gel?
El limado de uñas de gel requiere de una especial delicadeza. Si limamos de una forma violenta podemos hacer que el producto se rompa o se caiga. Muchos técnicos comparan la realización de este trabajo con “limar mantequilla” por lo que una lima demasiado gruesa puede provocar profundos arañazos sobre la superficie. De esta forma, te recomendamos utilizar una lima de grano fino, como de 150 a 180, o una lima de diamante de 180 de grit. Principalmente en la zona de la cutícula es necesario que aprendas a limar con un movimiento de suaves toques para no quitar demasiado producto. Por lo demás, el proceso de limado de una uña de gel es igual que el de una uña acrílica pero siempre teniendo especial cuidado con la fuerza con la que limas. Tampoco necesitarás pulir el gel ya que utilizarás gel sellante y, en definitiva, cuanto mejor sea el trabajo realizado en gel, menor necesidad de limar.
Consejo final
Puedes utilizar cualquiera de las técnicas de limado que te hemos ofrecido en este reportaje o crear la tuya propia, lo importante es que conozcas la base de cómo hacerlo y tengas un método que debes seguir escrupulosamente. El ejercicio de la práctica cotidiana te permitirá ir perfeccionando la técnica de limado. Un último consejo: el limado perfecto se consigue con suavidad y no te olvides nunca de mantener tus muñecas rectas.