Si te gustan las joyas vikingas y la bisutería inspirada en ese pueblo, en este artículo encontrarás curiosidades e información que te permitirán disfrutar más aún más de tus colgantes, brazaletes o anillos de corte vikingo.
¿QUIÉNES ERAN LOS VIKINGOS?
Antes de nada, vamos a situar a los vikingos en su contexto. Bajo el nombre de “vikingos” se agrupa a los pueblos escandinavos (concretamente lo que hoy se correspondería con los países de Noruega, Suecia y Dinamarca) que a partir del siglo VII y hasta el XI desarrollaron una estrategia de expansión por Europa, sembrando el pánico en el resto de culturas. También se les conoce por el nombre de “normandos”.
El pueblo vikingo (o normando) tenía una gran habilidad para la construcción de barcos, y desarrollaron un tipo de embarcación ligera, el “drakkar” que permitía la navegación tanto en mar abierto como en vías fluviales. Con estos drakkar invadieron y saquearon Inglaterra, Irlanda, las costas de Francia, el litoral de la Península Ibérica, Sicilia, los países Bálticos, e incluso parte del Imperio Bizantino. También se asentaron en territorios desconocidos hasta el momento, como Groenlandia o Islandia, y muchos historiadores defienden que fueron los primeros europeos en llegar a América, siglos antes que Cristóbal Colón. Eran formidables guerreros, y durante siglos la palabra vikingo ha sido sinónimo de valentía y bravura en el imaginario popular.
¿QUÉ JOYAS USABAN LOS VIKINGOS?
Este pueblo de guerreros, aunque pueda parecer sorprendente, concedía mucha importancia a la apariencia personal y sus miembros utilizaban las joyas para varios fines: hacer notar su estatus social, como amuletos de protección, como ofrenda a los dioses, por estética…
La plata: el material preferido por los vikingos
Los vikingos produjeron gran variedad de joyas de plata (el material por antonomasia en esta civilización era la plata, se han encontrado piezas de oro, cobre y peltre, pero en cantidad inferior) como brazaletes, pendientes, pulseras, anillos, colgantes, aros para los tobillos… No obstante, si hubiera que destacar dos joyas como representativas de esta sociedad, serían el torque y la fíbula.
Los torques de plata
El torque era un collar rígido que nobles, guerreros, hechiceros y otros personajes sobresalientes de la sociedad llevaban alrededor del cuello. Los torques se realizaban en plata y a menudo estaban grabados con motivos animales o vegetales.
Algunos consistían en un tubo hueco, y su ligereza y flexibilidad permitía que pudieran ser abiertos y retirados del cuello. Otros, en cambio, estaban hechos de gruesos hilos de plata, y eran tan grandes y pesados que quedaban reservados para ritos ceremoniales. En el museo Vikingo de Roskilde, en Dinamarca, podemos observar torques de hasta ¡3 kilos de peso! Desde luego, no eran muy prácticos para la batalla…
Existía un tipo determinado de torque que se entregaba a los guerreros como reconocimiento a su valor en la batalla. Es decir, que este collar hacía en ocasiones las veces de medalla o galones.
Las fíbulas
Las fíbulas eran unos broches que llevaban tanto hombres como mujeres, y que servían para:
– sujetar la ropa de manera práctica. Los utilizaban especialmente para prender las capas a las camisas.
– como talismán
– como símbolo de pertenencia a una familia
A menudo, las fíbulas incluían piedras preciosas o semipreciosas, siendo la más utilizada de ellas el ámbar.
LOS DIFERENTES ESTILOS EN LA JOYERÍA VIKINGA
Dentro de la joyería vikinga, existen diferentes estilos. A fin de cuentas, como hemos mencionado anteriormente, la civilización vikinga duró más de 500 años, y lógicamente, a lo largo de esos años las “tendencias” fueron variando dando lugar a diferentes evoluciones.
Estilo Oseberg
En este estilo, las joyas representan bestias temibles, principalmente imaginarias. Fíbulas con formas de dragones, pulseras de plata con criaturas mitológicas… Tanto las joyas masculinas como las femeninas estaban inspiradas en este tipo de monstruos.
Estilo Borre
Es estilo es el que más ha trascendido hasta la actualidad y se caracteriza por el empleo de patrones geométricos a elaborados a base de trenzas y nudos. A día de hoy, numerosas joyas contemporáneas se inspiran en este estilo para sus creaciones, como podemos ver en la fotografía siguiente.
Estilo Jelling
Este estilo se identifica por el uso de figuras animales. Pero en este caso, en lugar de monstruos, encontramos animales reales (cuervos, ciervos, lobos, jabalíes…) exageradamente estilizados, a menudo con cuerpos alargados en forma de S y siempre representadas de perfil. Estas figuras, con frecuencia, aparecen rodeadas de las formas geométricas trenzadas típicas del periodo anterior.
Resulta sorprendente, como después de tanto siglos, seguimos utilizando joyas y complementos inspirados en estos estilos. En Hechizo de Plata, también tenemos piezas que recogen esta tradición nórdica, como por ejemplo el brazalete de plata trenzada que aparece en la siguiente foto o este anillo con el famoso “ojo de Odín”.
¿Conoces a alguna apasionada de la cultura vikinga? ¡Si es así te animamos a que sorprendas a esa persona con un joya o una pieza de bisutería basada en este corte!