El preestreno mundial de la película, con la actriz australiana vestida con diseños inspirados en el vestuario de Barbie, fue solo la punta del iceberg. Famosas y fans de la muñeca de proporciones perfectas –aunque imposibles si fuera de carne y hueso– rebuscan en sus armarios cualquier prenda rosa, con mucho brillo, de plástico o de corte noventero para sumarse a la tendencia que este verano obsesiona a grandes y pequeños.
Firmas como Zara, Bershka, Lefties, pero también de lujo como Moschino, Versace o Karl Lagerfeld sucumben a la locura por el rosa. Marcas de la industria cosmética, como Nyx, o de calzado, como Castañer y Alma en Pena, tampoco dejan pasar la oportunidad y promocionan sus diseños más románticos y pomposos a propósito del estreno de la película. El resultado se evidencia en las calles y sobre todo en las redes sociales, donde una marea de exagerados estilismos, un tanto hipersexualizados, en una paleta pastel de tonos rosas y blancos dominan el streetstyle del momento.
El código de vestimenta del bautizado Barbicore es sencillo: el rosa es un imprescindible y los tacones de vértigo un accesorio obligatorio. Lo demuestra en su última publicación de Instagram la modelo española Jessica Goicoechea, que para promocionar la nueva paleta de sombras de Nyx inspirada en Barbie se enfundó un dos piezas con estampados geométricos en blanco y rosa y recogió su cabello rubio en una impoluta coleta alta.
Ayuda a la caracterización su semblante explosivo y sus envidiables medidas, como también las de Kim Kardashian, sin duda la celebridad más parecida a la muñeca, con permiso de Paris Hilton. De rubia platino, con un bañador de tiro alto en blanco y unas sandalias de tacón de aguja, la modelo e influencer simula una Barbie escultural en el gimnasio.
En España, el estreno de la película llevó a influencers como María Pombo a reinventar la versión más clásica de Barbie, con un vestido de tweed fucsia con ribetes plateados que ensalzaban su pecho. Junto a ella, un perfecto Ken, su marido Pablo Castellano, se ciñó al dress code del momento con una camisa rosa de lino y un pantalón de pinzas blanco.