Victoria Beckham saludando al finalizar su desfile primavera/verano 2013.
Desde que las Spice Girls lanzaran su primer álbum allá por los años noventa, Victoria ya destacaba por su estilo refinado y con una clara inclinación por la estética minimalista. Mientras que el resto de sus compañeras se divertían con conjuntos de lo más atrevidos y enormes plataformas, ella se enfundaba en sus característicos diseños negros. Como buen fan de la girl band que soy, no se me puede olvidar la escena de la película Spice World en la que Mel C. recalcaba lo complicado que era para Victoria elegir entre todos los vestidos negros de Gucci que atesoraba en su enorme guardarropa.
Desde que formara parte del grupo Spice Girls, el color negro ha sido su seña de identidad.
Pero pese a que durante su etapa como posh spice la marca italiana era una de sus favoritas, lo cierto es que con el paso de los años, la diseñadora ha continuado explotando su faceta chica del vestido negro en centenares de ocasiones, escogiendo diferentes casas de moda para ello. Armani, Marc Jacobs, Cavalli, Chanel, Versace... e incluso su propia marca, han sido las encargadas de cimentar una relación de amor que ha continuado hasta el día de hoy. Y es que Victoria ha versionado la clásica pieza en decenas de versiones que van desde el clásico corte recto, a la versión más ceñida, con faldas globo, añadiendo detalles decorativos como pedrería, flecos y lazos. Además, los ha lucido con todo tipo de escotes, mangas y larguras. Una apuesta segura para Victoria Beckham que ha convertido el little black dress en una de sus señas de identidad.
Pese que lo ha llevado en todas sus versiones, los diseños que se ciñen en la cintura son sus favoritos.