Tacones altos, medios o bajos, el mercado está lleno de posibilidades y nosotros solo debemos aceptarlas y jugar con ellas. ¿Acaso no has visto a Úrsula Corberó, las hermanas Hadid o Alessandra Ambrosio? Todas han hecho de los botines blancos el accesorio más hot de esta temporada, demostrando que, a pesar de la creencia popular, pueden ser un accesorio básico dentro de nuestro armario por la facilidad con la que es posible combinarlos con todo tipo de prendas, desde unos vaqueros sencillos hasta un vestido corto de verano o un elegante outfit totalmente negro.
Pero si hablamos del blanco como tendencia y de los botines como el objeto del deseo de esta temporada, hay que hablar de otro par de zapatos que ha vuelto del pasado para convertirse en el protagonista absoluto: los kitten heels.
Llegados directamente de los 80, los kitten heels tienen un tacón fino, de apenas 3 o 4 centímetros, que a la princesa Diana de Gales le encantaba usar por comodidad y lo elegantes que resultan para cualquier atuendo. Los Kitten Heels son una rareza en sí misma, una anomalía del mundo de la moda y a la vez, una de las piezas más infravaloradas. Son capaces de transformar un look clásico en un atuendo útil para una reunión de negocios, para un almuerzo o para un día en la oficina.
A principios del año 2000 ganaron mucha popularidad entre las working girls, que los elegían para combinar con sus faldas tipo lápiz, trajes de chaqueta y vestidos de silueta. Daban ese aire políticamente correcto a cada uno de los atuendos de la época y hacían aflorar otro tipo de feminidad: aquella que puede ser elegante y cómoda al mismo tiempo.
Han pasado casi 20 años desde ese primer comeback y los kitten heels están ahora alcanzando nuevas fronteras, llegando a usarse con la misma naturalidad con unos boyfriend jeans que con unos calcetines de purpurina o con una sudadera. Parece que la moda se estira y se encoge sobre sí misma en este momento de la historia y este tipo de zapatos han llegado esta temporada para reclamar su lugar y quedarse.
Cómo combinarlos (o por qué debes comprarte unos ya)
Como decíamos antes, la magia de este tipo de zapatos es que va bien con casi todo y funcionan para cualquier ocasión. Prueba primero con atuendos básicos como un par de vaqueros, un jersey, un gorro tejido de lana y unos calcetines que te cubran los tobillos del frío. Si quieres un atuendo más elegante, imagínalos con un traje de tela negro, un abrigo negro y accesorios plateados que iluminen tu rostro. ¿Verdad que unos kitten heels encajarían perfectamente en cualquiera de las dos opciones? También es fácil imaginarlos con vestidos floreados, faldas cortas y blusas ligeras, o para ir a bailar en una noche de amigas. ¿Alguna duda de que este es el tipo de accesorio que estabas esperando para vivir el invierno con elegancia y sofisticación?