Las operaciones estéticas faciales desafortunadas parece que están de moda últimamente entre "celebrities". Suponemos que lo que quieren es borrar de su rostro los signos de la edad, pero el resultado no siempre es natural y discreto. ¿Por qué?
Lo cierto es que en el continente americano, la cirugía nunca se ha caracterizado por la discreción, hacerse un lifting siempre ha sido considerado un gesto de ‘gente con posibles’ y no se inteta disimular, como en este lado del charco que, aunque nos vean con los puntos aun puestos somos capaces de jurar no nos hemos hecho nada, ‘bebo mucha agua, duermo 8 horas y todas las noches me limpio el rostro’ parece ser la receta mágica de nuestras famosas.
Quizá por eso aquí buscamos la naturalidad a toda costa, y allí parece que importa bien poco cambiar un rostro atractivo levemente envejecido por un rostro de serie sin arrugas, eso sí, pero ¿bello?
"Hay momentos en la vida en las que decidimos hacernos un cambio, ya sea para rejuvenecer o para embellecer. Los motivos pueden ser varios: interés propio, exigencias, presión del trabajo, pareja más joven..." explica la Dra. Adriana Ribé, médico dermatopatóloga y Directora de Ribe Clinic.
Después de los casos de Catherine Z. Jones, Demi Moore, Meg Ryan o el impactante cambio de Renée Zellweger, encontramos otro ejemplo de cambio excesivo y de resultados poco naturales en Uma Thurman.
Según el Doctor Carlos San Martín, médico estético especializado en estética facial, "Uma Thurman sólo hubiese necesitado un poco de toxina botulínica colocada estratégicamente y remodelar el contorno facial dando apoyo a los puntos donde se había perdido tejido. Por el contrario, la actriz se ha realizado un lifting facial y una blefaroplastia, además de un uso excesivo de toxina botulínica. Le han aplicado lo que yo llamo "bótox a la Americana". Se le aprecia el canto externo de los ojos demasiado estirados y ha perdido expresividad. Le han bloqueado los músculos sin dejarle libertad de movimiento ni naturalidad".
El secreto de sus ojos
Por otro lado, el Doctor González Vidal, Director General Médico de Miestetic destaca la importancia de conservar siempre la mirada en intervenciones de este tipo y apunta que "con la mirada también sonreímos, con la mirada hay que ser muy cuidadoso. Lo importante es rejuvenecerla pero conservándola. No hay que mirar sólo la arruga sino el conjunto de la mirada para mantener los rasgos. Nunca quitar demasiada piel del párpado superior y sobre todo no eliminar los pliegues de expresión. Una cosa son las arrugas y otra los pliegues que se forman al gesticular”.
Estética americana vs estética europea
En Estados Unidos se buscan cambios estéticos más radicales, resultados impactantes, el exceso y cambios rápidos sin tener en cuenta la naturalidad. No buscan la armonización, retocan zonas concretas sin tener en cuenta el resto de la cara. En Europa por el contrario, la tendencia es cada vez buscar resultados más naturales, discretos y progresivos. Según el Doctor Carlos San Martín "no todo vale en belleza. Es mejor muchos pocos que un mucho. En Europa las pacientes quieren verse mejor sin que se aprecie lo que se han hecho. En Estados Unidos en cambio, se buscan cambios drásticos y llamativos. Quitarse 10 años en un momento. Un cambio radical en lugar de una mejora del aspecto actual".
Si queremos hacer un cambio, recuperar textura, firmeza, luminosidad y elasticidad en la piel, prevenir el proceso de envejecimiento o bien retroceder en el tiempo y eliminar los signos de la edad pero a la vez evitar caer en el ya conocido "efecto Renée Zellweger" la Dra Adriana Ribé nos da una serie de tips para conseguir resultados naturales.
Tenemos que tener muy claros los cambios que queremos.
Escoger un buen profesional: con experiencia. ¡Es imagen, pero ante todo es salud!
Ver los cambios que obtendremos con las operaciones a través de programas en el ordenador. Si el profesional es bueno conseguirá la misma imagen. Pero sobre todo hemos de tener claro y valorar si es lo que queremos.
En el caso de querer embellecer, nos haremos tratamientos para mejorar o corregir partes de nuestro rostro o cuerpo que no nos gustan. Por ejemplo, podemos desear tener la cola de la ceja más elevada (nos haremos un botox o una frontoplastia), o una punta de la nariz más elevada, o un mentón más prominente… o unas caderas menos prominentes, o un glúteo más redondo…Estos cambios, aunque deben ser sutiles, nos van a cambiar el rostro o el cuerpo.
Armonía es sinónimo de belleza. Nos debemos poner en manos de un profesional que conozca los cánones de la armonía del cuerpo para evitar una nariz muy pequeña, unas cejas demasiado elevadas. 6. En el caso de rejuvenecer, vamos a mejorar los signos de la edad con operaciones en los párpados caídos, arrugas alrededor de los ojos, óvalo poco definido.[/box type="info"]
Lo más importante, siempre, es que debemos ponernos en manos de un buen profesional.