Pedrería, tul y transparencias fueron las notas características del desfile. Un desfile en el que no faltaron tonos metalizados y por supuesto tampoco los brillos ni las lentejuelas.
La paleta cromática escogida para la ocasión se movía entre tonos pastel, dorados, aguamarina, coral y alguna pincelada de rojo.
Un desfile que año tras año sigue siendo de los más esperados y como no podía ser de otra forma, esta vez tampoco defraudó.