Hay que tratar de evitar los excesos
Una de las principales causas de envejecimiento es tomar el sol sin protección, podemos hablar de que, en torno a un 60% de la apariencia envejecida y la destrucción de colágeno en nuestra piel está asociada a este hábito.
Otro exceso es evitar caer en lo cien por cien natural. Muchas veces estas cremas no aportan nada nuevo a nuestra piel, por eso lo lógico es combinar lo bueno de la naturaleza con lo bueno de la química. Recordemos que además, es una lucha perdida, pues tarde o temprano saldrán, por lo que tampoco debemos obsesionarnos. Lo vital es mantener una piel hidratada y cuidada, es decir que este sana tratando de retrasar el envejecimiento, pero no negándolo.
Operaciones
Hay muchas personas que no se contenta con el resultado y deciden dar el paso al quirófano. Principalmente son las mujeres de 40 años o más las que comienzan a copar las clínicas. En este caso debemos de tener mucho cuidado con los resultados, pues existen casos de famosas que tan si quiera se aprecia la cicatriz y otras que la transformación ha sido un auténtico desastre. Sea como fuere tenemos que hablar largo y tendido con el equipo médico que nos va a intervenir.
Cremas
Lo fundamental es conocer nuestra propia piel y saber que necesita (ser protegida, hidratada, nutrida…). Debemos saber además en qué etapa estamos, pues no siempre nuestra piel va a tener las mismas necesidades. Esto vendrá determinado por la época del año o incluso por la situación física o emocional de la persona.
Visto esto debemos saber qué producto comprar, básicamente tendremos que mirar que la base sea principalmente agua, evitando las siliconas. Analizar cómo afecta cada componente a nuestra piel y tener cuidado con los denominados comedogénicos, que son los que obstruyen los poros de la piel.
“Una piel con tendencia grasa, deberá evitar aceites, leches de coco o bases de alcohol”
Deberemos huir también de sulfatos y las siliconas, pues estas tapan, pero no solucionan la arruga, haciéndonos creer que la piel esta lisa, cuando en verdad no es así.
Finalmente tenemos que pensar si el resultado de la operación compensa la propia operación, de lo contrario podemos caer en una esfera descendente de operaciones y nunca estar satisfechos con el resultado, como le ha pasado a algún que otro famoso. Sopesa siempre el riesgo y si dicho riesgo vale el cambio que vas a realizar en tu cuerpo.