No, no tiene nada que ver con la saga Crepúsculo, lo prometo. ¿Recordáis el eclipse del pasado mes de agosto que volvió loco a medio mundo? Pues Manuel y yo lo vimos en un lugar imposiblemente mejor: la Torre de Hércules, en La Coruña. Fue, simplemente, mágico. Una de esos momentos maravillosos que te regala la naturaleza. Y todo eso sin haberlo planeado.
Nuestro viaje a Galicia fue uno de esos viajes improvisados, en los que planeas lo que vas a hacer justo antes de hacerlo. Como control freak que soy, esas cosas me ponen normalmente de los nervios, pero, sorprendentemente, esta vez no me importó. Sería el momento, no sé.
Así que ese día nos despedimos de Vigo después de desayunar una maravilla de zumo antioxidante a base de sandía de una cafetería que se llama El Trigal (recomendable). Íbamos rumbo a La Coruña cuando Manu me preguntó "¿Conoces La Toja?". Resulta que ninguno de los dos había visitado nunca la isla del famoso balneario, así que dijimos "why not?" Y cogimos el desvío.
La Isla de La Toja me pareció un lugar precioso. Me enamoraron sus enormes casas repletas de flores y sus increíbles vistas al mar. A pesar de toda la fama que tiene, me sorprendió mucho lo tranquilo que era. ¡Solo había una mujer en la playa!
Después acabamos comiendo en O Grove y, mientras paseábamos, vimos un cartel para dar un paseo en barco y ver las bateas. Pues allí fuimos. ¡Fue divertidísimo! No solo aprendimos mogollón sino que nos pusimos ciegos a mejillones y Ribeiro. Fue un momento un poco turista, pero no me arrepiento de nada.
Cuando quisimos llegar a La Coruña (y aparcar...), el sol estaba a punto de ponerse y Manu se moría de ganas de ver la puesta de sol desde la Torre de Hércules. Había muchísima gente pasando apresuradamente por la zona que, incluso, se llevaban la cena en formato picnic. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de la razón: ¡el eclipse! Y sí, lo vimos. Nos quedamos sentados frente al acantilado hasta que el sol se puso. Fue precioso.
Sé lo que estáis pensando. "¿En serio te fuiste en vestido y sandalias a subir por la Torre?". Pues sí, porque yo soy así de poco previsora a veces. Decidí ponerme este vestido blanco de Mango con volantes porque pensé que solo íbamos a pasear y viajar en coche. Acabé con los pies destrozados, pero mereció la pena. TOL-TAL-MEN-TE.
Fotos hechas por Manuel Laya
Vestido / Dress: Mango
Blazer: Stradivarius (Chicfy)
Cuñas / Wedges: Tommy Hilfiger
Pañuelo / Scarf: Parfois
Gafas de sol / Sunglasses: Parfois
Capazo / Straw tote bag: Cuarentayqbymarta (Chicfy)